91. Edgard y Bianca.

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Jules estuvo más que encantada de presentarse en su graduación y, cuando Camille le señaló a Casey, Jules hizo una mueca.

—¿Eso fue lo que te costó tanto derrotar?

—Yo de ti no lo juzgaba por su apariencia, es mortal.

Jules sonrió, divertida.

—Sí, claro.

Camille la empujó con suavidad, sonriendo.

—¿Después de esto nos vamos a mi departamento a ver pelis? —le preguntó Jules—. No quiero que suene a que me aburro, pero...

—Te aburres.

—Un poco.

—No falta mucho —le aseguró Camille, entonces vio a sus padres a un lado. Jules llegó tarde, entonces no los había visto—. Vamos, que te tengo que presentar a alguien.

—No sabía que habías hecho amigos.

Camille resopló con una sonrisa y la tomó de la mano para llevarla hasta donde sus padres esperaban.

—Hola —los saludó, y Rebekah le besó las mejillas como si llevara años sin verla.

—Pensé que no ibas a venir a saludarme nunca más.

—Pero si la vimos hace diez minutos.

—Cállate, Ben.

Él simplemente sonrió, sin darle importancia.

—Ella es Jules.

Jules tragó saliva antes de sonreír y saludarlos. No había esperado conocer a los padres de Camille ese día, pensó que solamente estaría un rato ahí, hablaría con ella y luego se irían juntas.

—Hola, soy Jules.

—Sí, eso dije —se burló Camille por lo bajito, y Jules la pisó con disimulo.

—Camille nos habló de ti —mintió Rebekah—. Eres más linda en persona.

—Aww, ¿dijo que soy linda?

—No me acuerdo —respondió Benjamín antes de que Rebekah pudiera decir algo—. Espera, ¿Camille nos habló de ella?

—Claro que sí, tonto —Rebekah fingió una risa, mirándolo de reojo—. Es un placer conocerte por fin, Jules.

Y después de que Jules hablara un rato con los padres de Camille, se alejaron juntas.

—Mentira, tú no les dijiste a tus papás nada de mí.

—¿Mi mamá es tan mala mintiendo?

—No, tu papá la delató.

Y ambas se rieron.

♦♦♦

A inicios de Julio, Camille recibió una invitación.

Estás cordialmente invitada a la boda de
Edgard y Bianca
INVITACIÓN VÁLIDA PARA UNA SOLA PERSONA.

Camille resopló con una sonrisa. Claro que iba a llevar invitado, ¿quién la iba a detener?

♦♦♦

—No puede pasar —dijo el de la entrada.

—¿Perdona? —Camille se cruzó de brazos—. ¡Soy familia de la novia!

Sirius, mientras tanto, estaba parado al lado de Camille, sonriendo incómodo. Camille no había invitado a Jules porque había notado que se había aburrido un montón en su graduación, que había tenido alcohol por montones e incluso payasos, seguro se aburriría aún más en una boda.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora