Estrellas || Lily Evans

21. Regreso.

El regreso a Hogwarts fue bastante similar a cuando se fueron. Se sentaron juntos en el compartimiento, incluyendo a Phoenix. La única diferencia era que Camille se le quedaba viendo a Lily cada vez que su posición sobre sus piernas le permitía.

Cuando el tren se detuvo, Camille se puso rápidamente de pie.

—¿Vienes, Stephan? —preguntó, dándole una mirada sobre su hombro.

Desde que el beso no habían discutido sobre lo que significaba para cada una, y eso en particular le molestaba.

—Yo... —Lily se quedó mirándola, insegura de que debía hacer—. Marlene y Sophie me deben estar esperando...

—Bien —Camille asintió, tomó su baúl y salió rápidamente, con Phoenix saliendo a las prisas tras ella.

—¿Pasó algo? —preguntó Sirius con curiosidad, mirando a Lily.

—No —respondió ella secamente—. Tengo que irme —dijo rápidamente, entonces tomó su baúl y también salió rápidamente del compartimiento.

—Eso fue muy extraño —comentó Sirius, algo confundido.

—Así son las chicas —James le quitó importancia.

A pesar de las palabras de James, Sirius estuvo pensativo durante todo el camino hacia el castillo.

♦♦♦

—¿Se besaron? —preguntó Marlene con incredulidad.

Ya había pasado la cena de esa noche, y estaban en su habitación, cada una sacando su ropa de la maleta.

—Ajá —afirmó Lily como si no fuera la gran cosa.

—Estás de broma —soltó Sophie, irguiéndose—. No puedes estar tan tranquila. Estás mintiendo.

—Es la verdad —Entonces sonrió sin poder evitarlo, y se sentó en su cama—. Fue en el tejado de mi casa, durante la fiesta de Navidad de mis padres y...

—¿Hubo lengua? —preguntó Marlene, notablemente interesada, mientras se acercaba a Lily para sentarse a su lado.

—... Y fue mágico —terminó de decir, ignorándola.

Sophie se quedó mirándola, entonces se sentó a su lado derecho, contraria a Marlene, que estaba a su lado izquierdo.

—¿Y bien? ¿Qué son? ¿Novias o amigas que se besan para reforzar la amistad? —preguntó ella, y Marlene asintió.

—No hemos hablado de ello —dijo en voz baja—. El tiempo en el que estuvimos en mi casa ignoramos... el asunto.

—El asunto —Marlene la imitó con burla—. ¿Estamos hablando de un beso o de una misión de espías?

—Cállate —Lily se cruzó de brazos.

—Ni siquiera importa cómo lo llame Lily —Sophie hizo un ademán, quitándole importancia—. ¡Lo importante es que no han hablado de ello!

Marlene asintió con la cabeza.

—Totalmente de acuerdo —Miró a Lily—. ¿Qué haces aquí? Ve a buscar a Camille para que puedas hablar con ella.

—Hoy no —respondió, intentando mantenerse en la cama a pesar de los empujones que le daba Marlene—. Ya es tarde y...

—Excusas, excusas —interrumpió Sophie—. Ve a buscarla.

—Sí, sí, ve —Marlene siguió empujándola.

—¡Bien! —Se puso de pie y las miró con el entrecejo fruncido—. Si esto termina mal, las golpearé.