15. Trato.

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—Suertuda —masculló James cuando Camille les contó de su castigo.

—¿Estás de broma? —preguntó la francesa, mirándolo con incredulidad—. ¡Fue cruel! Me hizo limpiar el escritorio de Slughorn y después: ¡El piso!

—Que tortura —dijo Sirius sarcásticamente—. Filch me puso a organizar todas las fichas de todos los jodidos estudiantes. ¿Tienen idea de cuántos estudiantes hay en el colegio? ¡Un montón!

James resopló, haciendo que ambos centraran su atención en él.

—Alwyn me puso a organizar sus hierbas... y luego tuve que quemar varias porqué, según él, traía malas vibras.

Camille se rio.

—Suena a algo que Alwyn haría —dijo—. De todas formas, estamos de acuerdo en que el peor castigo fue el mío.

—Tu castigo fue como un sueño ­—replicó James, y Sirius asintió.

—Lily y tú son amigas, seguro no fue tan dura y solo estás exagerando.

Camille negó con la cabeza.

—Ustedes no tienen ni idea de lo que dicen —dijo la francesa, totalmente segura.

Entonces Lily apareció, caminando por el pasillo hacia ellos... o bueno, hacia Camille.

—¡Monreau! —Lily la llamó, mirándola con seriedad.

—Quizás subestimamos el castigo de Cam —murmuró Sirius, mirando algo temeroso la expresión seria de Lily.

—¿Qué pasa? —preguntó la francesa, acercándose a la pelirroja.

—Vamos a la biblioteca —La tomó de su túnica y comenzó a llevarla por el pasillo.

—¡Eh! —Camille se quejó, mirando hacia atrás, para ver a James y a Sirius riéndose—. ¡Sí, ríanse, imbéciles!

—Ese vocabulario —dijo Lily en tono reprobatorio.

—No me vas a decir cómo hablar, Evans —respondió la francesa, alzando la barbilla, aunque Lily no pudiera verla.

—¿Evans? —preguntó con una sonrisa—. ¿Ya dejaste ese tema de «Stephan»?

—Jamás, Lola.

Lily se rio levemente y siguió caminando con Camille a rastras, quien se quedó callada hasta que llegaron a la biblioteca.

—¿Por qué me trajiste hasta acá? —preguntó con curiosidad cuando se sentaron.

—Porque vas a ayudarme con mi tarea —respondió Lily, descolgando su mochila de su hombro y dejándola sobre la mesa.

—¿Perdón? —La francesa la miró con atención mientras ella buscaba algo en su mochila—. No recuerdo que me preguntaras si quería.

Lily dejó de buscar en su mochila y alzó la mirada, clavando sus ojos verdes en los de Camille.

—Resulta que Slughorn tiene varias citas y cenas importantes este mes y el que viene —habló lentamente, sin despegar su mirada de los ojos de Camille. La francesa ya comenzaba a ponerse nerviosa—. Y yo voy a estar a cargo de todos tus castigos, así que no podré hacer mis tareas en la noche, y tendré que hacerlas en la tarde.

Camille se quedó callada, pensando en que tendría que aguantar a una Lily severa y estricta durante los dos meses de su castigo.

—Y me tendrás siendo estricta contigo... a menos que me ayudes con mi tarea, entonces seré linda contigo.

Camille la miró y luego soltó una carcajada tan alta que la bibliotecaria les chistó, con una expresión de molestia bastante típica de ella.

—Cállate —espetó Lily después de pedir disculpas a la mujer—. ¿Qué es tan gracioso?

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora