8. Descubrimiento.

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Lily siempre escuchaba a Marlene y a Sophie hablar sobre los chicos que les gustaban o les parecían lindos. Escuchaba sus comentarios sobre sus ojos, sus sonrisas o sus músculos, escuchándolas suspirar cada vez que nombraban a Edward Kane o Bastián Greengrass. No le molestaba oírlas, incluso ella misma se había unido a hablar de lo lindo que era Gregory Longbottom o sobre la linda sonrisa de Dylan Carter. Pero había algo que perturbaba su mente mientras las escuchaban hablar de un chico de Ravenclaw.

—¿Has visto su cabello largo? ¡Está mejor cuidado que el mío! —comentó Marlene con una sonrisa tonta y mucho entusiasmo.

¿Acaso estaba mal que en ese momento, en lugar de pensar en el chico del que hablaban, pensaba en Camille? ¿Estaba mal que prefiriera pensar en su cabello rubio, que a lo lejos le parecía tan sedoso, y que cuando lo tenía cerca le olía a menta?

—Y cuando sonríe —Sophie dejó salir un suspiro exagerado—. ¿Has visto como se le enchíquesen los ojos cuando lo hace?

Y en lugar de pensar en la adorable sonrisa de ese chico, su mente le mostró una imagen mental de Camille y su sonrisa de superioridad, sus comisuras nunca se elevaban lo suficiente como para que se los ojos se achicaran, y Lily se asustó al pensar que haría lo que fuera por esa vista.

—Y cuando... —Sophie volvió a hablar, pero Marlene había dejado de mirarla para mirar a Lily, que tenía la mirada perdida.

—¿Todo bien, Lily? —preguntó mientras la miraba con atención, Sophie dejó de suspirar como enamorada para también mirarla.

—Se parece a ti cuando piensas en Brandon —comentó, logrando que Marlene la mirara con enojo.

—Cállate, Soph —espetó—. Y que sepas, me gusta más Louis que Brandon.

—¿A quién no? —preguntó Sophie mientras se abanicaba con las manos.

—Como sea, estoy preocupada por Lily —Marlene volvió a mirar a la pelirroja—. ¡Que se quema la biblioteca!

—¿Cómo? —Lily se sobresaltó—. Hay que salvar los libros.

Antes de que se pusiera de pie, Marlene la detuvo y la mantuvo sentada en la cama.

—Muy tarde, ya hasta el bibliotecario se murió quemada —dijo ella—. Tenías la mirada perdida, te parecías a Sophie cuando mira a ese chico de Ravenclaw que está buenísimo...

—No puedo negarlo —dijo Sophie mientras se encogía de hombros—. Es que, ¿le has visto las manos y...?

—No estoy interesada, gracias —Marlene la interrumpió—. Estamos hablando de Lily, y me preocupa, nunca la había visto así —Entonces miró a la pelirroja—. ¿Todo bien? ¿Pasa algo?

Aunque Lily hubiera querido negar, no pudo. Claro que pasaba algo, mientras sus amigas realzaban los atributos de todos esos chicos, no podía apartar ni la sonrisa ni la mirada verde de Camille de su mente. Pero, ¿qué se suponía que les dijera? ¿Que estaba pensando mucho en una chica de Slytherin? Eso estaba mal por muchas razones.

—Bueno... —Lily titubeó, considerando seriamente decirles.

—¿Qué sucede? —Sophie la miró con preocupación—. ¿Dijimos algo que te molestó o algo por el estilo?

Lily negó rápidamente con la cabeza, mostrando una pequeña sonrisa.

—Es que... —Se encogió incómodamente en sí misma—, todo este tiempo que han estado hablando de chicos, solo he tenido a alguien en mente y...

Lily no pudo terminar de hablar cuando Marlene y Sophie chillaron con emoción.

—¿Qué les pasa? —preguntó confundida.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora