Estrellas || Lily Evans

39. Siete de mayo.

Pronto Lily se había arrepentido de haberle hablado así a Camille.

Llevaba días pensando en cómo acercarse a ella y pedirle perdón, pero Camille siempre estaba acompañada de Phoenix o de Sirius, y Sirius siempre la miraba mal cuando pasaba cerca. Y durante la clase de Pociones del martes ni siquiera había podido hablarle por estar pensando tanto en las palabras adecuadas para disculparse.

Lily esperaba que, quizás, pudieran hablar en la clase de Pociones del viernes. Compartían escritorio y Lily dudaba que Slughorn permitiera cambiar de compañeros a esas alturas del año, después de todo ya estaban comenzando mayo y el final del año escolar y de los TIMOS ya estaba cerca. Lily trató de no pensar mucho sobre los TIMOS, aún tenía que solucionar las cosas con Camille, quizás después podrían estudiar juntas.

Suspiró, pensándolo. Sí, ella y Camille ya estarían en buenos términos para el viernes.

♦♦♦

Pronto llegó el siete de mayo, Phoenix despertó a Camille gritando esa mañana.

—¡Feliz cumpleaños! —le gritó en la cara, mientras Camille parpadeaba lentamente, tratando de entender qué estaba sucediendo—. ¡Hoy es tu cumpleaños!

—¿Lo es? —preguntó, bostezando—. Bueno, quizás puedo faltar a clase —Se volteó para dejar su rostro contra la almohada—. No puedo respirar así —dijo, volteandose otra vez.

—¿Vas a faltar a clases?

Camille volvió a bostezar.

—Es viernes, ¿no? —inquirió—. Es el último día de la semana, ¿a quién le importa?

—O no quieres ver a Lily en Pociones —señaló Phoenix, haciendo que Camille se quejara en voz alta.

—Ya llevamos días compartiendo escritorio en varias clases...

—Pensé que habías sentado a Sirius a tu lado en Encantamientos...

—Es diferente —se defendió Camille—. Es decir... sí, obligué a Sirius a sentarse conmigo para que Lily no se sentara ahí, pero aún compartimos escritorio en Pociones, y no importa cuánto le haya preguntado a Slughorn si podía cambiar de compañera, siempre decía que no —Camille suspiró pesadamente—. De todas formas, el martes tuvimos clase de Pociones y ni siquiera me habló —Entonces miró a Phoenix, luciendo preocupada—. ¿Y si es su forma de decirme que ya no somos nada?

Phoenix se resistió a decirle que, en general, no tenían ninguna relación. Lily y Camille nunca habían establecido que eran pareja o algo parecido.

—O quizás simplemente está siendo idiota —sugirió Phoenix, sentándose en la cama—. No sé, Cam... creo que fue injusta al hablarte así cuando ibas a buscar su consuelo por haber perdido.

Camille hizo una mueca. Phoenix tampoco sabía de la cicatriz, nadie debía saberlo... excepto Sirius, porque se lo había contado en un momento de vulnerabilidad. Al menos Sirius había guardado perfectamente el secreto, así que todo estaba bien.

—Sí... —Hizo una mueca—. Sí, quizás lo fue, pero ella no sabía que perdí...

—Aún así pudo haberte preguntado si estabas bien —Phoenix la interrumpió, entonces él suspiró—. No sé... ¿y si mejor dejamos el tema? Es tu cumpleaños, no deberías estar triste por Lily.

—Supongo que no —Camille se sentó en la cama, lista para comenzar el día—. Y ya pedí un permiso para ir a Hogsmeade porque mis padres vienen —Phoenix sonrió ante la expresión contenta de Camille—. Llevo un montón sin verlos.

—Entonces el tema de Lily puede esperar.

—O, quién sabe, quizás lo solucionamos hoy —Camille se encogió de hombros, sintiéndose optimista—. No hay nada que una felicitación de cumpleaños y un poco de amor no arregle, ¿cierto?