54. El anillo.

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—¿Escuchaste del torneo de duelo? —le preguntó Phoenix a Camille.

Ambos estaban sentados en la sala común de Slytherin. Camille estaba ocupada haciendo los deberes de Encantamientos, mientras que Phoenix leía un cómic, ignorando la pila de libros que tenía a un lado y que había llevado para «hacer deberes».

—No —Camille levantó la mirada para mirarlo—. ¿Hay premio?

—Setenta galeones.

Camille asintió, desinteresada.

—¿Quién lo está organizando?

—Slughorn —Camille alzó ambas cejas—. Dice que no hay nada como una competición para subir el espíritu... o alguna tontería así. No estoy seguro, no le presté atención.

Camille rio levemente.

—¿Hay inscripciones? —preguntó con curiosidad—. Estaría bien alguna actividad para dejar de pensar en deberes.

—¿Y Lily?

—Es una persona, no una distracción —respondió Camille, volviendo la mirada a sus deberes—. Aunque a veces es como si lo fuera.

—¿Dices que Lily te distrae?

—A veces —respondió, sin mirarlo—. Supongo que el hecho de que me guste hace que me distraiga cuando la tengo cerca.

—Tiene sentido —Phoenix asintió—. Para inscribirte solo tienes que buscar a Slughorn y decirle.

—¿Tan sencillo?

—Vi a un par inscribirse hoy —comentó él—. Creo que incluso Snape...

Camille alzó la cabeza de golpe, mirando a Phoenix. Si a él le pareció extraño el repentino interés en el rostro de Camille, no lo demostró.

—Vaya... —Camille se recostó contra el sofá en el que estaba sentada—. Ahora estoy incluso más interesada que antes.

En su mente comenzó a maquinarse el cómo iba a utilizar el torneo de duelo como una excusa para vengarse de Snape.

No estaba segura de si la humillación pública en un duelo sería suficiente comparado con sus cicatrices, pero podría intentarlo.

Volvió su mirada a sus deberes, pero sus pensamientos estaban lejos de su tarea de Encantamientos.

Iba a ganar ese ridículo torneo.

♦♦♦

Camille estuvo impaciente toda la clase de Pociones. Quería que terminara para acercarse a Slughorn e inscribirse.

—¿Estás bien? —preguntó Lily, notando cómo Camille movía incesantemente su pierna bajo la mesa.

—Perfectamente.

La clase de ese día era teórica, así que al menos no tenía que preocuparse de que Camille volcara alguna poción por el movimiento incesante de su pierna.

—¿Segura? —Lily puso una mano sobre la pierna de Camille y se inclinó hacia ella—. No dejas de mover la pierna.

—¿Te molesta?

Camille se giró a mirarla, encontrándose cerca de Lily. Sus narices no se tocaban, pero bastaba acercarse unos centímetros para que sucediera.

—No —Lily la miró a los ojos unos segundos, luego su mirada bajó a los labios de Camille—. No realmente —Alzó rápidamente la mirada cuando se dio cuenta de que estaba mirándole los labios—. Simplemente era imposible no notarlo.

—¿Es eso o que estás demasiado pendiente a mí?

Camille tuvo el impulso de acercarse más a Lily, pero ella se alejó, riéndose por lo bajo.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora