61. Enamorada.

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Camille le hizo un gesto a Lily para que se acercara.

—A ver, una sonrisa —dijo, tomándole otra foto—. Qué bonita.

Lily sonrió ampliamente, entonces se acercó aún más y, con cuidado, la abrazó.

—Te quiero —le susurró a Camille en el oído, sintiéndola corresponder el abrazo.

—Ya sabes que también te quiero —le respondió en el mismo tono.

Se quedaron abrazadas por unos segundos, entonces Camille se separó y le señaló a la pared de su habitación, donde ya había colgado un par de fotos de Lily, también un par que se habían tomado juntas ese mismo día.

—Ahora podría verte cada día cuando me despierte... o no, depende de que lado esté durmiendo —dijo, pensativa.

—Entonces yo también quiero fotos tuyas y de nosotras juntas —Lily la miró—. También quiero verte todos los días cuando me despierte.

—Marlene y Sophie se van a burlar si pones fotos mías en la pared —Camille la miró con diversión.

—Mary pensaría que eres linda —Lily se cruzó de brazos.

—Aww, ¿estás celosa? —Camille se acercó, sonriente.

—Para nada.

—Estás celosa —la molestó, dejándole un rápido beso en los labios—. De todas formas no es como si tuviera ganas de estar con alguien más.

Lily notó que Camille estaba moviendo su anillo con sus dedos, deslizándolo de arriba hacia abajo en su dedo.

—Yo tampoco —le respondió.

♦♦♦

—Camille —Sirius la llamó cuando iba a entrar al Gran Comedor.

—Hola, tengo hambre, ¿vas a decirme algo importante o vamos a entrar a comer juntos? —preguntó rápidamente.

—Hoy es mi cumpleaños.

—Ah, ya decía yo que te veías más idiota que de costumbre —Sirius se rio mientras decía «¿Qué tenía que ver?»—. Feliz cumpleaños, Sirius. ¿Ahora entramos y comemos juntos? Tengo hambre.

—Esta noche vamos a hacer una fiesta en la sala común, como en el cumpleaños de Remus —Sirius le sonrió—. ¿Vienes?

—Obviamente —Camille lo miró, alzando ambas cejas—. ¿Ahora entramos a comer? De verdad, Sirius, me estoy muriendo de hambre.

—Por Merlín —Sirius la abrazó por los hombros—. Comida esto, comida aquello...

—Bueno, es algo indispensable para vivir —le respondió Camille—. Ahora vamos a comer, por fin.

Juntos entraron al Gran Comedor.

En la mesa de Gryffindor estaban James, Remus y Peter, sentados donde siempre. A Camille le pareció extraño que Lily, Marlene, Sophie y Mary estuvieran sentadas cerca de ellos, siendo que siempre se sentaban casi al otro extremo de la mesa.

—Cam —Phoenix se acercó rápidamente a ella, interrumpiendo su caminar—. Necesito hablar contigo...

—Me estoy muriendo de hambre —Camille se quejó.

—Ya lo has dicho mil veces —le respondió Sirius, aún abrazándola por los hombros.

Camille miró a Phoenix, notando su expresión. Debía ser importante.

—Ve tú, Sirius, ya iré yo —le dijo, girando el rostro para mirarlo—. Y si me vas sirviendo algo en un plato, sería genial.

—Siempre me tienes como sirviente —se quejó él, dejando de abrazarla por los hombros para dirigirse a la mesa.

Estrellas || Lily EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora