Capítulo 1

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Scaramouche

19 de Marzo – 15:58 PM

Liyue – Cámara de Jade

Kairi mandó atar a Albedo con cadenas que se colgaban en el techo, en una sala dedicada en exclusiva para él.

Aunque ya no había mucho de "Albedo". Era un mero títere que obedecía cualquier orden escuchada gracias al artefacto de Sangonomiya. ¡Se me ocurrían mil malicias con aquella favorable situación! No obstante, la adeptus, analizada la situación, sólo dio una orden al dragón:

-Kairi: mátate –sentenció, seria, aligerando la tensión de las cadenas para darle un poco de libertad de movimiento.

¿Ya iba a terminar la diversión tan rápido? Pensaba torturarlo un poco antes, para hacerle recordar lo que me hizo en su día. Para hacerle recordar, más bien, las quemaduras que grabó en mi piel. No obstante, no iba a poner impedimentos en que muriera.

-Albedo: así lo haré –respondió sin expresión alguna.

Sacó su propia espada.

Y Kairi dio media vuelta, dando el asunto por "terminado" y dirigiéndose a la puerta.

¿O acaso no quería verlo morir?

El hipnotizado pelirrubio blandió el arma hacia su vientre, preparándose para atravesarse con ella.

Yo sí iba a disfrutar la escena.

-¿?: ¡detente! –gritó una autoritaria voz masculina.

"¡¿El general Reus?!", grité internamente. ¡¿Quién demonios lo había llamado?! ¡¿Cómo supo...?!

***

Scaramouche

19 de Marzo – 16:51 PM

Liyue – Cámara de Jade

"Si dañáis o matáis al dragón, tú morirás y ella será marcada", fue lo que sentenciaron los generales de Serphiat. Hoy alguien debió dejarles una nota a otros generales e informarles de lo que teníamos entre manos en la Cámara de Jade (un dragón), por lo que acabaron entrometiéndose en nuestros planes lo antes posible.

"Cuando me entere de quién ha sido el traidor...", mascullaba entre dientes.

A los gladiadores les maravilló el hecho de tener un dragón ante sus ojos. Lo trataron como una importante reliquia e incluso le quitaron las cadenas para atenderlo entre algodones.

Cuando vieron la marca de su cuello, ataron aún más cabos familiares. Por la invasión de Inazuma, ya sabían que había dos "sangre azul" femeninas (Kairi y Aria). Y, tras nuestra última incursión, no sólo sabían ahora que había un posible descendiente masculino, sino que, además, era también un dragón.

No pudieron emocionarse más.

Intenté persuadirlos, decirles que sólo existía un único artefacto-dominador de dragones, y que aquella raza era aberrante y demasiado peligrosa como para ser controlada. Pero sólo añadí más alegría a su soberano entusiasmo.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora