El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 9

Tartaglia

19 de Marzo – 16:11 PM

Inazuma – Sangonomiya – Cercanías Pueblo Nala

Los invasores se habían llevado incluso a la Sacerdotisa Divina. Imaginaba que querrían establecer también su autoridad en Sangonomiya, y secuestrando a su líder era una buena forma de allanar el terreno. Por ende, no pude conseguir mucha información del ejército de color rojo de Inazuma. Estaban en shock y no atendían a razones.

Y los escasos fatui que había ocultos por la isla, no tenían casi conexiones por el continente. No obstante, entre rumores, conseguí saber que Scaramouche era el que había buscado la forma de apresar a un dragón y que éste estaba en Liyue.

Lo más razonable era pensar que se hubiesen llevado a Albedo a Liyue y que, además, Kairi estuviese también en la misma región.

Nos jugábamos la vida y, pese a ello, lo tuvimos claro.

-Nathaniel: ¡deberías quedarte en Sangonomiya, Aoi! –alzó un poco la voz, nervioso por verla insistir tanto en entrar a nuestro barco.

-Aoi: ¡voy a ir contigo, quieras o no! –lo apartó de un leve empujón y corrió dentro de la embarcación-. ¡Sé que no puedo hacer mucho, pero vigilaré tu espalda!

El dragón que molaba no fue convencido en absoluto. Temía por su amiga, y con razón.

-Nathaniel: ¡¿eres consciente de qué nos espera en el continente, Aoi?! –gritó, enfadado debido a su preocupación.

Ella también se enfadó:

-Aoi: ¡tengo que ir también, Nathaniel!

Xiao, con la espalda apoyada en el mástil, veía la escena con indiferencia. Yo, en cambio, veía a aquellos dos con cierta ternura.

-Nathaniel: ¡¿por qué?!

-Aoi: ¡tengo algo que decirle a tu hermanita!

Él quedó anonadado:

-Nathaniel: ¿y sólo por eso vas a arriesgar tu vida de forma tan...?

Lo interrumpió:

-Aoi: es importante para mí decírselo a la cara, Nathaniel –tenía más que claro.

El pelirrubio iba a sacarla del barco por la fuerza, pero una voz anciana desde el puerto lo detuvo.

-Aki: ¡no le harás cambiar de idea a alguien de nuestra familia, Nathaniel! –advirtió, seria-. Si no le permites subir al barco, irá de polizón o navegará por sí misma a Liyue. ¡Tú eliges! Sola o acompañada.

La joven de coletas asintió con la cabeza.

-Aoi: ¡eso, tú eliges! –convino, enérgica.