El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 26

Aoi

22 de Marzo – 15:08 PM

Liyue – Hotel Goztamiel – Habitación Nathaniel y Xiao

Mientras lo peinaba, a Nathaniel se le fue el santo al cielo. Quedó absolutamente ensimismado. Cuando terminé de peinarlo y de recolocarle mejor aquel lazo por debajo de su cabeza, me deslicé hacia delante para poder visualizar la expresión de su rostro. ¿Había sido un ensimismamiento bueno... o malo?

Incluso mirándolo, no pude responder a aquella pregunta. Pude ver una evidente nostalgia en sus grandes ojos verdes, pero fui incapaz de reconocer el sentimiento principal unido a ello. Parecía, de hecho, una mezcla de intensas emociones, tanto hermosas como trágicas.

-Aoi: ¿Nathaniel? –llamé, intentando devolverlo a tierra.

Se sobresaltó.

-Nathaniel: ¡oh, lo siento! –se disculpó al instante-. Estaba pensando en otra cosa. ¿Habías dicho algo?

Me preocupé.

-Aoi: ¿en qué estabas pensando? –quise indagar.

La evitación de la pregunta fue más que evidente:

-Nathaniel: ¡un momento! ¿Dónde vas a dormir? ¿Os dan alguna habitación a los trabajadores? –se preocupó entonces él por mí.

Suspiré, suspiré muy hondo.

***

Xiao

22 de Marzo – 15:40 PM

Liyue – Hotel Goztamiel – Habitación Nathaniel y Xiao

Cuando me fui al restaurante, Aoi y Nathaniel estaban discutiendo. Y, cuando regresé, volvían a estar discutiendo. Parecían dos niños pequeños, a los que tuve que parar para que pudiéramos al menos comer en paz. Se lanzó alguna que otra indirecta durante el transcurso de la comida, pero no hubo bajas.

No era ciego: se apreciaban. Estaban preocupados el uno por el otro. Y me gustaba que Nathaniel tuviera una amiga así en su vida. No obstante, con el tiempo, sentía que había un brillo especial creciente en los ojos de Aoi.

Cuando ella se marchó para proseguir con su trabajo, yo me quedé al fin a solas de nuevo con Nathaniel.

-Xiao: parece que no se va a marchar del hotel –concluí tras lo que había escuchado.

El pelirrubio suspiró.

-Nathaniel: tengo que sacarla de aquí de alguna manera...

Lo analicé por unos segundos.

"Él la ve como una amiga y aún no se ha dado cuenta", de alguna forma detectaba en sus gestos al hablar sobre la joven de Sangonomiya.

-Xiao: no se irá mientras estés tú aquí –dictaminé, seguro de lo que decía.

Sólo esperaba que no hubiese un drama más en nuestra ajetreada vida.

"¿Por qué no me pongo celoso con ella?", me preguntaba, extrañado. Aunque la respuesta estaba clara: no percibía malas intenciones en Aoi.

Y además... él me había demostrado que sólo tenía ojos para mí. Nunca había sentido tanta paz en mi interior, y debía ser, paradójicamente, en aquella feria.