Capítulo 40

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Ábaco

23 de Marzo – 3:48 AM

Liyue – Hotel Goztamiel – Sala de Juegos Secreta

Me coloqué detrás del pelirrubio y agarré su mentón para alzar su rostro hacia mí. Aquel tentáculo estaba disfrutando de estar entre sus labios, pero ahora... yo también los quería.

-Ábaco: retírate de su boca –ordené, siendo complacido con el cumplimiento de mi mandato en el acto.

Fui acercando mi rostro al suyo, hipnotizado por su belleza.

-Xiao: ¡¡esto era entre tú y yo!! –rugió, haciendo temblar el lugar-. ¡¡No lo toques!!

-"Albedo": por favor, Xiao –suplicó, con un ardiente tono, ya que las criaturas estaban también ahora masajeando su torre-. Necesito ese artefact...

-Xiao: ¡bésame a mí! –fue prácticamente una orden.

Solté una carcajada irónica.

-Ábaco: eres adorable, conejito, pero te besaré a ti después de que lo haga con él. ¡Eso es un trío, al fin y al cabo! ¡Limitaros al placer!

Su testarudez crecía por momentos:

-Xiao: si lo besas, te... -era una amenaza más que real.

Entonces, su pareja volvió a intentar hacerlo recapacitar.

-"Albedo": ¡Xiao! –replicó, un tanto desesperado.

-Xiao: ¡tú casi destrozas todo este lugar porque me habían tocado! –adujo, en un argumento que debía aceptar que era bastante razonable.

"Espera... ¿Quién más ha tocado a este chico? Siempre lo he visto con su pareja", me confundí un poco. Sin embargo, yo no estaba siempre delante de las cámaras. Tal vez me había perdido una buena escena.

-"Albedo": ... incluso te habían hecho daño –murmuró, conteniendo su propio enfado por el bien de la situación.

-Xiao: ¡¿y qué?! ¡Yo así lo quise, es mi maldito problema! –soltó, en un impulso-. ¡Follaré con tantos como quiera!

Un impulso que ensombreció la mirada del joven de cabello largo. Pareció como si un jarro de agua fría le cayera encima.

***

Xiao

23 de Marzo – 3:55 AM

Liyue – Hotel Goztamiel – Sala de Juegos Secreta

Apenas había pensando que sus problemas eran los míos, y ahí estaba yo: destrozándolo una vez más por haber dicho algo que, en realidad, no sentía. Me hacía el duro y me contradecía a mí mismo si sentía que me ponían contra las cuerdas. El hecho de que lo pudieran besar, me había enloquecido.

Lo vi en su mirada. Aguantaba las ganas de llorar. Se tragó su tristeza, fingió mantener la compostura y se volvió hacia Ábaco.

-Nathaniel: hazme de todo ya y dame ese artefacto –pidió, sin expresión alguna.

Incluso acercó más su propio rostro al del director.

-Ábaco: será un placer –sonrió.

Me arrepentía de lo que había dicho. Ardía por dentro, pero más iba a arder lo que iba a tener que ver.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora