Aria
7 de Abril – 8:02 AM
Inazuma – Tenshukaku – Departamento Sanador
Cuando desperté aquel nuevo día en la zona de sanadores del palacio, el shock continuaba en mi alma. Había sido un sueño, pero sabía, al mismo tiempo, que había sido real. Sobre todo, el mensaje que Al había querido transmitirme.
"Su dragón... El divorcio... Xiao...", aquellas palabras se repetían una y otra vez, incapaces de hilarlas en frases completas debido a la crisis que estaba padeciendo.
-Sanadora: debes ser una de ellos sin duda –comentó una joven que se había acercado a mi camilla-. Tus heridas se han recuperado muy rápido. ¡Increíble!
Y pese al aturdimiento... pese al dolor interno que iba en incremento... había un sentimiento que, como siempre, sobresalía sobre todas las cosas: lo tanto que quería estar con él.
-Aria: ¿al fin me vais a dejar ir con Al? –inquirí, molesta.
Entonces, escuché una voz familiar:
-Aoi: yo creo que está perfecta para ello –comentó la joven, con una bata blanca. Estaba a apenas un metro de mi camilla, pero no la había reconocido porque estaba de espaldas hasta ahora.
Me alegró muchísimo verla bien.
-Aria: ¿Aoi? ¿Qué haces aquí? –aparté mis pensamientos por un momento para poder preguntarle.
Sonrió.
-Aoi: recientemente el Príncipe me recomendó para este trabajo –guiñó un ojo.
"El bueno de mi pequeño...", pensé, orgullosa.
***
Kokomi
7 de Abril – 8:34 AM
Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Dragón
Despertar sobre aquel perfecto cuerpo, ¡era estar en el cielo! Sin duda, al final aquel secuestro me había conducido a los mejores días de mi vida. ¡Estaba viviendo un verdadero sueño!
-Kokomi: buenos días, dragón –saludé con una enorme sonrisa.
Él nunca respondía, pero yo le daba igualmente un beso en la mejilla.
-Kokomi: ¿tienes hambre? ¿Quieres desayunar? –preguntaba, emocionada de poder hacerlo a su lado un día más.
-Albedo: es apropiado para mis funciones fisiológicas –respondió, sin expresión alguna.
Di un salto de la cama, me acerqué a un armario donde había colgado su ropa ayer y, tras volverla a tomar, fui al otro lado de la cama.
-Kokomi: siéntate en el borde de la cama –ordené alegremente.
Cual autómata, como de costumbre, así lo hizo. Pero yo ya estaba acostumbrada.
Llevé las manos a los botones de su pijama y los fui retirando uno a uno, descubriendo una vez más su impoluto torso. Incluso lo acaricié en alguna ocasión mientras lo desvestía para colocarle yo misma la ropa. Podría ordenarle que se la pusiera él, pero no iba a perder la oportunidad de tocarlo.
-Kokomi: ah... no puedo más –declaré, comenzando a arder por su imagen-. Creo que voy a desayunar algo más antes.
Fui acercando mi rostro a su cuello.
Y, de pronto, la puerta de la habitación se abrió.

ESTÁS LEYENDO
El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.