El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 88

Xiao

6 de Abril – 8:25 AM

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Príncipe Heredero

Fui reduciéndolo con mis labios, para poder posicionarme encima de él, donde era mi lugar. Además, estando aún un poco adormecido, estaba más vulnerable y no tenía tan presente la tontería aquella de ejercer como príncipe en todo momento.

Tras aquellos días separados, yo estaba más insaciable con su cuerpo que de costumbre. Lo saboreaba con cierta ansia, y él se derretía con cada uno de los movimientos de mi boca.

Él era toda una adicción.

-Xiao: voy a...

Unos toques en la puerta me interrumpieron:

-Ghör: ¡buenos días, Alteza! –saludó desde el otro lado de la puerta y, al instante, Nathaniel me echó de la cama de una patada. ¡Habíamos invertido papeles!-. Su desayuno está preparado. ¿Pueden pasar las doncellas para asistirle?

Haciéndome señas para que no lo escucharan, me indicó una habitación trasera. Estaba clara cuál era su función: era la zona donde el heredero disponía a sus amantes.

Suspiré y lo acepté. Sin duda, para aquellos engendros, sería demasiado sentimental haber dormido junto a otra persona.

-Nathaniel: ¡un momento, secretario! –me dio algo de tiempo para que pudiera coger mi ropa e irme a aquella otra estancia de al lado.

***

Xiao

6 de Abril – 9:11 AM

Inazuma – Tenshukaku – Comedor

Una vez sentado en la mesa, Nathaniel pidió al servicio que lo dejaran a solas. Intentaron que yo me marchara también junto con ellos, pero él insistió en que tenía que hablar de unos "detalles del entrenamiento de hoy".

En realidad, no me podía sentar a la mesa al mismo tiempo que él, pero acabó empujándome a ello para que pudiera desayunar.

-Nathaniel: parece que hoy el tío Däriel está ocupado y no va a poder desayunar a esta hora –suspiró, un tanto aliviado. Quizá al ahora monarca no le iba a hacer mucha gracia que me hubiera sacado de prisión-. Sé que quizá sea un poco arriesgado, pero no podía dejarte en esa prisión encadenado. –Volvió a suspirar-. Así que actuaré como debo actuar para que todo esté en calma por ahora, Xiao. Y necesito que me ayudes a...

-Xiao: no te llamaré por tu nombre –traté de tranquilizarlo cuanto antes.

-Nathaniel: gracias... -sonrió-. Por cierto –dijo de pronto-, ¿cómo recuperaste tu collar? ¿Sabías que lo había dejado en esa casa?

Respondí con total sinceridad:

-Xiao: me lo devolvió Aoi en prisión.

Ante aquella información, bajó súbitamente la cuchara que iba a meterse en la boca.

-Nathaniel: ¡¿qué?! ¡¿Aoi también está en prisión?!

Asentí con la cabeza.

Y, casualmente o no tan casualmente, se me olvidó mencionar que estaba también Tartaglia ahí abajo.