Ábaco
23 de Marzo – 4:02 AM
Liyue – Hotel Goztamiel – Sala de Juegos Secreta
Besé apasionadamente a aquel joven. Su melancolía no restó un mínimo de destreza a sus labios. Debió ser bien entrenado por su pareja, y yo ahora iba a acabar recogiendo los frutos del dedicado "trabajo" durante años de ambos. Me resultaban bombas sexuales, y quería explotarlas.
-Xiao: ... -podía ver en su rostro cómo trataba de contener el horror y el arrepentimiento por lo pronunciado.
Pero había que tener una valentía superior para corregirse. ¿Él la tendría? De momento sólo agonizaba con lo que estaba viendo, mientras ahogaba quizá sus gritos internos.
Entonces, agarré de la coleta al joven. Era un gesto que, de tener algo de valor, debería darle fuerzas para hablar y poder parar aquello.
Pero no lo hizo.
-Xiao: ... -pude percibir un ligero temblor en sus brazos.
Yo me enfoqué en el pelirrubio.
-Ábaco: arrodíllate y agáchate –le ordené, relamiéndome-. Voy a penetrarte.
Miré, por el rabillo del ojo, al peliverde. No obstante, pese a que comenzara a respirar a mayor velocidad, seguía sin reaccionar como debía.
-Ábaco: tu novio va a ver en primer plano lo que te voy a hacer –continué con la provocación.
Supongo que, en el fondo, incluso con mi libido al máximo... quería que él lo parara y se llevara a su pareja en brazos.
¿Me estaba enterneciendo con los años?
-"Albedo": no somos nada... -susurró, provocándole un tic en el ojo al hombre de bindi morado, tras arrodillarse y posicionarse tal y como había dicho. Puesto que tenía los brazos atados en su espalda, tuvo que apoyar el torso sobre el suelo. De aquella forma, yo tenía su trasero a mi completa merced-. Es cierto que él puede hacer lo que quiera, y supongo que yo también.
Su tono de voz era tan neutro que evidenciaba lo tanto que se estaba esforzando para actuarlo.
-Ábaco: nada, ¿eh? –hice una risita.
En otra ocasión, me hubiera enfadado porque una pareja no lo fuera en realidad. No obstante, ¿quién se creería que esos dos no fueran pareja?
El peliverde iba a acabar estallando.
Me bajé la cremallera de la bragueta, saqué mi pene y lo dejé caer encima de su trasero. Sin adentrarme en su interior, lo masajeé entre sus nalgas.
-Ábaco: voy a destro-
Y, de pronto, al fin el grito:
-Xiao: ¡¡ESTÁ CASADO CONMIGO!!
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El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.