Capítulo 18

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Xiao

22 de Marzo – 9:21 AM

Liyue – Hotel Goztamiel – Pub

Ante el rechazo de Nathaniel, la mujer dio un paso más: intentó llevar la mano a su mejilla. Cuando atisbé aquel gesto, perdí la cordura por un segundo, preparado para sacarla de la mesa a patadas.

No obstante, el pelirrubio se me adelantó. Tomó su mano, impidiéndole que alcanzara su rostro.

-Nathaniel: no quiero que me toquen –fue aún más contundente, y soltó aquella mano lejos de él.

Ella no se lo tomó nada bien. Frunció el ceño.

-Sasha: pues no has venido al lugar más idóneo, ¿no crees? –reprochó, enfadada-. Aquí se viene a...

-Nathaniel: he leído todas las condiciones de esta feria y, aunque todas las actividades sean obligatorias, se pueden hacer solamente con tu pareja –adujo, serio-. Tocar a otros es decisión personal y opcional, ¿no es cierto?

La rabia de la mujer aumentó aún más.

-Sasha: ¿acaso no has venido a atraer a Ábaco esta vez? Actuando como un modosito, ¡no lo vas a conseguir! –espetó.

Mentalmente, estaba enterrándola viva. Sin embargo, Nathaniel únicamente sonrió de forma diplomática, pero, al mismo tiempo, desafiante:

-Nathaniel: eso ya lo veremos –dictaminó, mostrando una seguridad que debía admitir... detuvo por un instante mi mal genio-. ¿Podéis dejarnos a solas en la mesa? –no tardó en "pedir".

A regañadientes y dejando claro que estaba muy disgustada con lo sucedido, la pareja se marchó al fin.

Para mi sorpresa, tras ver cómo había manejado la situación Nathaniel, me sentía... un poco más tranquilo.

-Nathaniel: venga, pruébalo –señaló mi copa, dejando atrás aquella rara charla por completo.

Él sólo tenía ojos para mí.

Me lo demostraba cada día, con cada una de sus miradas, sin importar el lugar en el que estuviéramos.

-Xiao: ... va a saber a... -acepté tras gruñir ligeramente, y di un sorbo-. Oh –quedé sorprendido con el sabor.

-Nathaniel: ¡te ha gustado! –recuperó su amplia sonrisa al verme más relajado.

Y, de alguna forma, incluso entre todas aquellas repugnantes miradas que lo acechaban, él fue capaz de crear un pequeño espacio en el que sólo estuviéramos él y yo.

¿Era aquella la atmósfera de felicidad que tanto había envidiado en su día? Me sentía... en paz.

-Nathaniel: creo que ya viene el organizador de la feria –llevó la vista al escenario, al percatarse de que había cesado la música.

Y, de nuevo, las cortinas del escenario se abrieron ante un hombre de cabello rubio y ojos alargados, con viperina expresión. Vestía un grueso abrigo, más grande que su propio cuerpo. Todos callaron ante su aparición.

No había cambiado nada. Parecía que el tiempo no había transcurrido, como era de esperar de un adeptus. No obstante, ni siquiera sus palabras se alteraron pese al cambio de época:

-Ábaco: bienvenidos, queridos conejitos, a la feria de este año –declaró con voz estridente y actitud pedante-. Para el que se haya escondido bajo una piedra del mercado negro, soy Ábaco –provocó la risa entre el público. ¡¿Otra vez el mismo chiste?!-. Espero que todos hayáis recibido bien las hojas informativas y vuestras propias horas para las actividades individuales. Pero, sobre todo, espero que hayáis traído inmensas ganas de gozar –alargó aquella última palabra con tono "sensual" o algo similar.

Se dio la ovación, así como los aplausos posteriores por su mera presencia.

-Nathaniel: ese debe ser Ábaco –comentó, memorizando quizá su rostro para tenerlo en cuenta.

"Sí... Ese es Ábaco", suspiré.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora