El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 49

Kazuha

23 de Marzo – 14:24 PM

Lugar desconocido - Prisión

Desde que me llevaron a aquella celda, día tras día, cuando ningún guardia miraba... yo iba desgastando aquellos barrotes por dentro. El viento podía ser un asesino silencioso, capaz de romper hasta la más dura roca si lo sabías usar bien.

En aquel instante, sentado mientras meditaba, supe que mi constante trabajo había dado frutos... por lo que abrí mis ojos carmesí al fin.

-Kazuha: Kairi... Voy a por ti –me determiné, e hice un chasquido con los dedos.

El sonido provocó el último empujón, de muchos otros atrás, que partió los barrotes frente a mí. Sólo tuve que ir separándolos, ahora que estaban a mi merced.

Y, sin hacer ruido, huí.

***

Kazuha

23 de Marzo – 23:51 PM

Liyue – Pantano Dihua – Refugio de Kairi

Después de conseguir mi libertad, tenía claro a donde debía ir. En aquel lugar, obtendría la respuesta de si había perdido a mi mujer para siempre o si aún había un resquicio de ella por el que luchar.

Fui a su antiguo refugio. El de ella, el de sus peludos y el de quizá nuestro amor.

-Kazuha: ... -comencé a llorar, emocionado, cuando estuve ante la respuesta.

A aquellas horas de la noche, los gatos correteaban de un lado a otro. Sanos, felices y enérgicos.

-Gatos de Kairi: ¡miaaaau! ¡miaaaaau! –jugueteaban incluso entre ellos.

En los cuencos, "alguien" había colocado pienso aquel mismo día. Además, habían dejado un paquete enorme de comida para tener almacenamiento.

Deseé con todo mi corazón que hubiese sido Kairi.

-Pequitas: ¿miau? –se acercó a mí para darme una cálida bienvenida. Yo, por supuesto, me agaché para poder acariciarlo.

-Kazuha: ¿has visto a tu mamá estos días? –pregunté, con una sonrisa.

-Pequitas: ¡miau! –no pude interpretarlo, pero su alegría me transmitía esperanza.

Reí, y lo seguí acariciando.

-Kazuha: la echo tanto de menos... -miré a nuestro derredor. La naturaleza y la vida de la que ambos disfrutábamos. Sentía que la veía en cada rincón, con aquella gran sonrisa-. Lucharé para traerla de vuelta, aunque sea lo último que haga.