Capítulo 24

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Aoi

22 de Marzo – 14:05 PM

Liyue – Hotel Goztamiel

Me sobreprotegían demasiado, ¡pero yo tenía también mis recursos! Bueno, recursos... Busqué trabajo en aquel hotel y me aceptaron como limpiadora. Decían tener siempre necesidad de aquel oficio. Y yo me podía imaginar por qué, pero no quería quedarme encerrada en aquella casa de lujo que compró el pelinaranja para nosotros. ¡No había venido para eso!

Con un traje de sirvienta que era más elegante y bello que el mejor de mis kimonos del pueblo, fui caminando por los pasillos empujando un carrito de la limpieza por delante. Hacía mi trabajo con diligencia y, al mismo tiempo, buscaba a Nathaniel por los alrededores.

"Es la hora de la comida, así que deben estar en el restaurante", pensé y me acerqué al lugar, pero no encontré a la pareja por ninguna parte.

"¡¿Acaso ha pasado algo?!", temí.

***

Aoi

22 de Marzo – 14:47 PM

Liyue – Hotel Goztamiel – Habitación Nathaniel y Xiao

Con cierta discreción, pregunté a varios participantes por la habitación de Nathaniel. Como ya suponía, todos lo conocían (el pelirrubio llamaba siempre la atención), pero sólo una mujer logró decirme el número de la habitación.

Se llamaba Sasha y fue muy amable conmigo. "¿Es tu amigo?", me preguntó con una sonrisa. Y a mí me salió solo, quizá por estar algo sensible por estar lejos de mi tierra: "Él es muy importante para mí, sí". Su sonrisa se extendió aún más y nos despedimos.

De momento, las personas de Liyue eran agradables pese a que allí las personas tuvieran apariencias... sospechosas.

Llamé a la puerta.

-Aoi: ¿Nathaniel? –pregunté con un bajo tono de voz.

Respondió casi al instante:

-Nathaniel: ¿Aoi? –expresó con sorpresa.

Antes de que los encargados me vieran, abrí la puerta rápidamente y me adentré en el interior.

Con mis ropas y el carrito de limpieza, fue evidente lo que había hecho.

-Nathaniel: ¿te has... te has metido a trabajar aquí? –le dio un tic en el ojo. Él estaba en la cama, tumbado bajo una manta.

En cambio, Xiao, estaba sentado al borde de la cama. Cuidándolo, aunque a su manera. Con los brazos cruzados, lo miraba de reojo, tratando de ocultar su preocupación y... algo de culpa.

Espera... ¡¿Por qué culpa?!

-Aoi: no me digas que te has sobrepasado, Xiao –apreté el palo de la escoba con más fuerza y entrecerré los ojos, para agudizar mi mirada sobre él-. ¡¡Eres un salvaje!! ¡¿Acaso quieres romperlo?!

"Debí traerme esa crema", suspiré.

No le afectó mi sermón. De hecho, ni siquiera me respondió. Como muchas otras veces, el sanador lo hizo por él para que no fuera por completo ignorada.

-Nathaniel: estoy bien, Aoi, pero eso no es lo impor-

Corrí hasta la cama y entonces clavé mi enfadada mirada en el pelirrubio.

-Aoi: ¡por supuesto que es importante!

Sin embargo, pese a su estado actual, fue contundente:

-Nathaniel: ¡vas a dejar este trabajo ahora mismo e irte a la casa! ¡Liyue es ya bastante peligroso, como para que encima vengas a este hotel! –recibí entonces yo el sermón-. ¡No puedes ponerte en peligro de esta forma, Aoi! ¡Hay personas muy perversas en este lugar!

Me gustaba y no me gustaba que se preocupara por mí. Me sentía especial cuando lo hacía, pero, al mismo tiempo, se veía que realmente lo pasaba mal por mi causa.

Pese a ello...

-Aoi: ¡no! –sentencié.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora