Capítulo 42

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Xiao

23 de Marzo – 5:58 AM

Liyue – Hotel Goztamiel – Habitación de Nathaniel y Xiao

Pese a que parara la escena, Ábaco nos dio el artefacto. "Duren", deseó con una gran sonrisa, como si hubiera estado deseando que realizara aquel paso. "El amor es de las pocas cosas en este mundo por lo que merece la pena luchar... Yo mataría por poder seguir luchando por la persona que amo, pero no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos", dictaminó y nos dejó marchar a nuestra habitación para limpiarnos.

Nathaniel no quiso bañarse conmigo. Seguía afectado por lo ocurrido y, además, estaba profundamente confundido con lo último que había pronunciado.

-Xiao: tienes el baño libre –anuncié, con un bajo tono de voz. Sentía cierta vergüenza.

Había una considerable tensión entre nosotros.

-Nathaniel: está bien, gracias –dijo rápidamente, y se entrometió en el cuarto.

Intentó cerrar la puerta, pero yo no se lo permití.

Suspiró. Y yo también lo hice.

-Xiao: Däriel vino a Sangonomiya... Dijo que, por un error administrativo, los papeles que nos habían hecho para fingir nuestro matrimonio acabaron convirtiéndose en auténticos –expliqué, hecho que no solía realizar.

Pese a ello, seguía entristecido.

-Nathaniel: son sólo papeles... que tú no firmaste porque lo desearas –lamentablemente tenía razón.

Y cerró la puerta dando un empujón mayor.

-Xiao: Nathaniel...

***

Xiao

23 de Marzo – 6:24 AM

Liyue – Cercanías Hotel Goztamiel

Necesité estar fuera del hotel por un momento. Por aquellos alrededores en los que no podías encontrar rastro alguno de la civilización, tomé asiento en medio de un claro del bosque y respiré profundamente en un intento de relajarme.

Le había hecho daño y, en lugar de decidir huir por completo, simplemente quise darme un instante para pensar en algo que lo compensara.

Miré la pulsera que me había regalado. Simbolizaba su deseo de querer pasar el resto de su vida conmigo.

¿Pero él qué tenía de mí?

-¿?: imaginé que todos regresaríais a Liyue más tarde o más temprano –una voz masculina y altiva me habló de pronto.

Me volví hacia él y alcé la ceja ante su imagen: ¿y ese sombrero gigante? Me quedé anonadado con lo poco práctico que me resultaba aquella prenda.

-Xiao: ¿quién eres? –interrogué, siendo directo.

Suspiró, decepcionado.

-Scaramouche: pensé que me recordarías, pero supongo que ha pasado ya mucho tiempo, Gran Cazador de Demonios –noté cierto tono de admiración en sus palabras pese a su porte soberbio-. Mi nombre es Scaramouche, y soy... el alma gemela de tu hija.

Mi carcajada sarcástica debió escucharse por todo el bosque. Al instante, me levanté, saqué mi lanza y fui caminando hacia su ubicación.

-Xiao: entonces ya no va a tener alma gemela, ¡una lástima! –ironicé, preparado para cortarlo por la mitad.

"¡¿Cómo osa?!", grité internamente. "¡¿Acaso le ha puesto las manos encima a mi hija?!"

Sonrió. Simplemente, ante mi reacción, sonrió:

-Scaramouche: se llamaba Aria, ¿verdad? -Detuve el paso-. Lleva un tiempo con nosotros –informó, haciendo temblar mis dedos sobre la lanza-. Si no vienes tú conmigo, tal vez no volváis a verla.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora