Capítulo 23

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Ábaco

22 de Marzo – 11:36 AM

Liyue – Hotel Goztamiel – Sala Secreta

Si ya estaban antes creando un alboroto con los movimientos medioagresivos del peliverde, ahora eran todo un escándalo. Incluso en las estancias anexas les costaba a las parejas continuar con sus propios actos, debido a los gemidos y distintos ruidos obscenos que estaban provocando.

Él no lo liberó de las cadenas en ningún momento. En apariencia endemoniado por lo que había pronunciado su sumiso, se volvió a colocar detrás del mismo. Le bajó los pantalones, le agarró de la coleta como si se tratara del asa de un juguete y no dudó en hacerlo suyo ahí mismo.

-Ábaco: por Rex Lapis... -se me cayó la patata que apenas había cogido de la bolsa-. Qué pasión...

¡Había fuego en aquella pareja! En todo aquel tiempo siendo director de una feria erótica, jamás había visto semejante nivel de deseo.

-Ábaco: necesito ser ese rubiales, ¡puff! –fantaseaba con la idea de ser penetrado salvajemente por aquel hombre-. Pero también quiero pervertir al sumiso... mmm... -reflexioné. Era también de las pocas veces que me interesaban ambos integrantes de la pareja-. ¡Trío, ven a mí! –comencé a proponerme.

Aunque también tenía otras ideas (más perversas quizá) para la pareja... ¡Me inspiraba! ¡Y eso suponía dejar de pensar! ¡Sí, sí, sí!

Los gritos que se escuchaban desde la pantalla derretían a cualquiera:

-Nathaniel: amo... aah.. –no paraba de gemir-. ¡más des-despacio! ... ¡Ah! ¡Te lo suplico! ¡AH! –rogaba, quizá arrepentido de haber provocado a su señor-. ¡No puedo, Xi-... AAAH! ¡AAAAH!

-Xiao: ¿oh? ¿Quieres que acelere el ritmo? –tuve que abanicarme con una revista que tenía al lado.

Ni siquiera esperó a su respuesta: aumentó el ritmo de las embestidas.

-Nathaniel: ¡AAAAH! –gimió poderosamente.

"Me va a dar algo", pensaba, casi sudando.

-Xiao: ¿a quién perteneces? –utilizó su nombre, en medio de aquella sesión de embestidas constantes.

Trató de responder como podía:

-Nathaniel: a....ahh... a ti... aah... -jadeaba, intentando sobrellevar lo que estaba sucediendo detrás de él como podía.

"¿Ya va a poder seguir haciendo el resto de actividades después de esto?", reí internamente. Parecía que iba a destrozarlo.

-Xiao: di mi nombre –ordenó, serio.

-Nathaniel: ...Xiao... Xiao... ¡Xiao! –gritó de pronto ante una embestida más profunda que le hizo a traición. Debía querer escuchar su nombre de sus labios con un tono más alto.

Recogí la patata que se me había caído y me la metí en la boca.

-Ábaco: ay... veo amor y deseo en ellos, ¡qué perfecta y explosiva combinación!

"Así éramos nosotros...", me vino aquel nostálgico y peligroso pensamiento, que borré al instante para centrarme en la pantalla. Debía evitar "contar" todo lo que pudiera.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora