Xiao
5 de Abril – 19:40 PM
Inazuma – Afueras de la Ciudad de Inazuma
Cuando Nathaniel me condujo a un campo de entrenamiento (un lugar apartado en el que no hubiera nada a nuestro derredor que pudiera destruirse fácilmente), para mi segunda sorpresa... continuó "actuando" y manteniendo una barrera entre ambos.
Realmente nos pusimos a entrenar. Yo estaba algo confuso, pero le seguí la corriente. Aunque a mi forma, claro está.
-Xiao: vaya... ¿Su Alteza no puede siquiera alcanzarme? –ironicé, mientras lo observaba escalar ya a duras penas por el precipicio. Le había dicho que debía conseguir tocar la tela de mi espalda, pero, en ningún momento, estuvo ni cerca de hacerlo.
Llevaba horas y horas persiguiéndome, por zonas casi intransitables, sin éxito alguno.
-Nathaniel: ...ahh... ahh... -hiperventilaba, debido al esfuerzo que le había obligado hacer.
"¿No querías que fuera tu maestro? Pues ahí lo tienes", pensaba, más que dispuesto a torturarlo un poco por la rabia que me había dado que no me sonriera ni un solo segundo al verme.
-Xiao: inútil... -espeté-. No me extraña que tus anteriores maestros hayan tirado la toalla.
De pronto, dejé de ver a Nathaniel en el acantilado. Sólo había cerrado los ojos unos segundos para soltar un profundo suspiro.
No obstante, mi preocupación no duró mucho, puesto que un fuerte tirón de mi tela me echó hacia atrás.
-Nathaniel: no tiraron la toalla, ni siquiera llegaron a iniciar el entrenamiento –contó con naturalidad. El pelirrubio había activado su poder, sacado sus alas y volado hasta mí para poder alcanzarme en un abrir y cerrar de ojos. Y... no sabía si debía gustarme mucho que los dragones también fueran rápidos.
-Xiao: ¿entonces qué les sucedió? –pregunté, confuso.
-Nathaniel: solamente fueron un pequeño sacrificio para sacarte de prisión –declaró, sin soltarme de la tela-. Intenté también sacar a Kazuha con alguna estratagema, pero no sé si funcionó.
Debía preguntar de una vez:
-Xiao: ¿por qué no sonríes?
-Nathaniel: hemos conseguido ahora alejarlos un poco, pero no tardarán en volver a vigilarnos de cerca –informó, manteniendo un firme porte todo el tiempo-. Salvo a la noche, me mantienen vigilado prácticamente todo el día, Xiao. Y... no pueden saber lo que siento por ti y lo que significas para mí –pese a que pronunciara aquellas palabras en un tono neutro, me golpearon igualmente.
Por una vez, el emocional era yo:
-Xiao: ... pensé que no te volvería a ver –dije cual confesión que necesité sacar de una vez de mi alma.
Soltó mi tela, me dio la espalda y se alejó caminando unos pasos.
-Nathaniel: no digas nada más, te lo suplico...
Su mano temblaba.
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El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanficUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.