Capítulo 82

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Xiao

5 de Abril – 23:11 PM

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Príncipe Heredero

Estallamos en tensión sexual y el colchón sufrió las consecuencias. Salté sobre su cuerpo, gozando de cada uno de sus gemidos y de sus ojos entrecerrándose por el placer bajo mi poder. Pero no duré mucho encima, pues él no tardó en cambiar las tornas y en volverme a agarrar de las piernas para tirarme hacia atrás.

-Nathaniel: he dicho que yo debo devorarte a ti –dictaminó, empujando mis piernas aún más para atrás para tener a su merced mi retaguardia.

-Xiao: ¿debes o te mueres por hacerlo, Alteza? –bromeé, manteniendo la picardía en pro de la misión.

La misión "Enloquecer a Nathaniel para quitarle ese bozal."

-Nathaniel: ... es posible que ambas –respondió, apretando más los dedos sobre mis piernas.

Fue atravesando la entrada de mi ano con la punta de su pene, haciéndose espacio de forma imparable. Me removí un poco ante aquel duro aparato penetrándome en lo más íntimo, pero él no cedió en la penetración.

Tal vez la misión iba ya bien encaminada: no podía apartar la vista de mí.

Me ensartó.

-Xiao: aah... -no contuve en absoluto mi gemido-. ¿Tenías...? Aah... ¿Tenías que llegar tan profundo? –pregunté, fingiendo una incomodidad que no sentía.

Tuvo que coger aire.

-Nathaniel: Xiao, estás jugando con fuego... -advirtió, quizá percatándose de mis maliciosas intenciones.

Entonces, puse la guinda al pastel:

-Xiao: entonces quémame, dragón –ordené.

***

Xiao

5 de Abril – 23:32 PM

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Príncipe Heredero

Pensé que, estando enloquecido, iba a ser más fácil retirarle la máscara. No obstante, mientras me embestía contra la cama, los escalofríos eran mucho más fuertes. Sentía cómo se adentraba en mí casi a golpes y mi cuerpo, en cambio, lo recibía con gusto.

-Xiao y Nathaniel: ¡Aaah...! ¡Aaaah! –estábamos ambos creando un concierto de gemidos en aquella habitación.

Su dragón ya me había sometido en la feria y en una ocasión anterior, pero aquella vez era muy distinta. La lujuria que él mismo me estaba provocando, era desorbitada. Incluso miraba las gotas de sudor que se resbalaban por su desnudo torso.

En la suave, clara y perfecta piel de su imagen, resaltaba aquella máscara negra y desafiante. Mientras me follaba, intenté reunir fuerzas y llevar de nuevo mi mano a la misma.

Tomó mi mano antes de conseguir tocarlo siquiera, entrelazó nuestros dedos y volvió a colocarla sobre el colchón, donde la mantuvo presionada.

-Xiao: bésame... -pedí, en un intento más de que se retirara aquel bozal.

Apretó más su mano sobre la mía, sin dejar de penetrarme en ningún momento.

-Nathaniel: te amo demasiado como para forzarte a estar conmigo para siempre –musitó, exhibiendo una leve melancolía que no mermó un ápice el ritmo de sus arremetidas.

"Xiao, díselo... Xiao, no huyas...", fui dándome fuerzas.

-Xiao: Nathaniel... -lo llamé.

Negó con la cabeza.

-Nathaniel: voy a tener que hacértelo más duramente para que dejes de llamarme por ese nombre de una vez –agudizo su mirada sobre mí, aclarándome que, en aquella ocasión, iba a ser yo a quien le dolieran las caderas-. No voy a permitir que te devuelvan a esa prisión.

-Xiao: yo quería decir... -traté de pronunciar con dificultad.

Y cumplió su amenaza, dejándome fuera de combate.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora