Xiao
22 de Marzo – 21:35 PM
Liyue – Hotel Goztamiel – Habitación de Xiao y Nathaniel
Ábaco dijo que nos perdonaba el "incidente" en la sala de actividades. Él quería ocultarlo, pero, mientras fumaba aquel puro, estaba comiéndose con la mirada a Nathaniel.
Además, debió espiarnos, porque, en su propuesta, demostró tener más que consciencia de nuestra finalidad en la feria. "Si queréis conseguir el artefacto que buscáis de mi colección, os daré tres opciones", sentenció antes de dejarnos marchar a nuestra habitación por aquella noche.
-Nathaniel: un trío, contigo a solas o conmigo a solas –murmuraba las tres posibilidades, en una tensión evidente, mientras terminaba de colocarse el pijama-. Está claro cuál es la única opción –aseguró, y retiró la manta para meterse en la cama en la que yo ya estaba.
-Xiao: pienso lo mismo –fui tajante también.
Ambos sabíamos que la "única opción" de cada uno, no coincidían en absoluto.
-Nathaniel: necesito ese artefacto por mis propios asuntos y, además, fui yo quien se descontroló en la feria –pronunció con notable culpabilidad en la expresión de su rostro. Ni siquiera podía mirarme a la cara, y a él le solía encantar hacerlo-. Yo seré quien esté con él a solas.
"Tus asuntos... ahora son mis asuntos también", pensé, pero, como de costumbre, no pronuncié.
Al fin y al cabo, aunque lo siguiera sin saber, él estaba casado conmigo y él... era el hombre que amaba.
-Xiao: duérmete –ordené, y le eché encima la manta-. Mañana lo decidiremos –mentí.
Él no estaba acostumbrado a que tuviera algo de estrategia. Y, además, no dejaba de pensar en lo que había hecho, por lo que no percibió mi actuación.
-Nathaniel: siento haberme descontrolado –se disculpó por veinteava vez aquel día-. En realidad... No tengo derecho a prohibirte que estés con otros –añadió en aquella ocasión, con un tono de tristeza que trató de ocultar a toda costa, pero le fue imposible conseguirlo-. De verdad... Lo siento.
"No se trata de tener derecho", reflexioné. "Cuando estás enamorado, sólo hay alguien a quien quieres tocar por encima de los demás", pensaba, teniendo su imagen en mi mente de forma constante.
La fidelidad no era un deber, sino un privilegio. Pero nosotros dos no estábamos en las mejores circunstancias como para poder rechazar lo que no queríamos hacer.
En la cama, se giró hacia el otro lado, dándome la espalda. Yo supe que él no querría que viera su rostro en aquel momento.
Esperé a que se durmiera... muy pacientemente.
"Conseguiré ese artefacto para ti, Nathaniel", estaba más que decidido. "Y ese pervertido no te va a tocar en el proceso".
ESTÁS LEYENDO
El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.