Aoi
23 de Marzo – 18:41 PM
Liyue – Ciudad de Liyue – Segunda Casa de Tartaglia – Habitación de Nathaniel
Nathaniel iba a intentar cometer un suicidio y lucharía por evitarlo. ¡No dejaría que muriera! ¡No! Por ello, cuando, tras la discusión, todos nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones, fui a pedirle ayuda al pelinaranja.
"Necesito estos ingredientes", le dije y le entregué una nota con los mismos. Él percibió qué pretendía hacer: dormirlo y llevarme a Nathaniel de vuelta a Sangonomiya.
Cuando preparé la sustancia, me entrometí en su habitación. Intentando que no se percatara de mi presencia, me fui acercando por la espalda con aquella inyección en la mano. En aquel instante, él estaba sentado en la mesa mirando, nostálgico, el collar de Xiao.
"Ahí que voy", me decidí, en cuanto estaba a apenas unos centímetros de él.
A traición, llevé mi mano en dirección a su costado lo más rápido posible.
-Nathaniel: Aoi... -suspiró.
Lo paró. Incluso sin haberse girado, simplemente me paró usando una sola de sus manos. Agarró mi muñeca ligeramente y alzó mi brazo para tenerlo a cierta distancia prudencial de su cuerpo.
-Aoi: ¿cómo lo has...? –intenté ejercer fuerza, pero era imposible contrarrestar la suya.
Para mi sorpresa, me sonrió con ternura.
-Nathaniel: lo reflejas todo en tu rostro. Tu transparencia es algo que me encanta de ti –me emocionó escuchar, lo que provocó que mi brazo cediera.
Me arrebató la inyección.
-Aoi: te lo suplico, Nathaniel... -rogué, con lágrimas en los ojos-. Te lo suplico...
Su mirada flaqueó al verme llorar, pero no lo hizo así su decisión.
-Nathaniel: lo siento, Aoi.
Caí sobre mis rodillas y comencé a llorar como nunca sobre sus piernas.
-Aoi: ¡por favor, por favor! –iba a insistir hasta la saciedad-. ¡POR FAVOR!
Se echó también al suelo para estar a mi altura y me abrazó con fuerza.
-Aoi: por favor... -continué, ahora entre sus cálidos brazos. Ahora en un trágico cielo-. Soy consciente de que no tengo poder suficiente para pararte y arrastrarte conmigo a un lugar más seguro, pero por favor... ¡Por favor! Sé que eres un dragón y yo una vulgar humana, pero... de verdad te necesito en mi vida, Nathaniel.
-Nathaniel: tienes un poder mucho mejor que el mío, tienes una voluntad inquebrantable –susurró junto a mi oído-. No necesitas ser un dragón para hacer cosas increíbles. Ya las has hecho y las sigues haciendo –soltó de pronto, dejándome paralizada por la felicidad que iba acaparando todo mi ser-. Te quiero, Aoi.
-Aoi: ...
Quedé fuera de combate.
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El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.