Däriel
23 de Marzo – 10:44 AM
Snezhnaya – Zona de escombros
Sin duda alguna, la peor parte de la invasión se la llevó Snezhnaya. Mi raza destrozó todo a su paso, sin ninguna clase de piedad, como solían acostumbrar hacer. Aquél era ahora un territorio devastado, sin ningún edificio que hubiese sobrevivido. No había más que escombros y unos pocos supervivientes que trataban de encontrar a sus seres queridos entre los mismos.
Cuando, al llegar, me encontré con todo aquel caos y miseria... mi cuerpo se movió solo. Tenía que hacer algo para que al menos los que estuvieran vivos, siguieran estándolo. Estaban demasiado perdidos, desesperados y desorganizados como para salir adelante por sí mismos. Y era natural...
Me mantuve allí, ayudando con la construcción de refugios temporales y, sobre todo, con el rescate de personas entre las enormes piedras gracias a mi poder.
Al comienzo, temblaron ante mis orbes, lo cual era comprensible. No obstante, al comprobar cómo los usaba para remover los escombros con rapidez, fueron tranquilizándose.
Y, por supuesto, encontré a la familia de Tartaglia tal y como prometí.
Pero no pude salvar a todos sus integrantes.
-Däriel: no... -expresé, horrorizado, cuando al fin hallé bajo una montaña de piedras a la madre de Tartaglia.
Estaba muerta, pero había protegido a uno de sus nietos usando su cuerpo.
"Los humanos son más fuertes de lo que parecen", comprobé, siendo testigo de cómo una mujer, pese a que visibilizara una posible muerte repentina e inevitable, rápidamente pensó en envolver a aquel niño sobre todas las cosas.
***
Däriel
23 de Marzo – 12:02 PM
Snezhnaya – Campo de refugiados
Al recibir la noticia, el padre de Tartaglia apretó los puños y se distanció del campo de refugiados. Era un hombre grande, fuerte y serio. No obstante, quedarse viudo rompía el corazón de cualquiera.
No debía querer que nadie lo viera llorar.
-Hermana de Tartaglia: gracias por salvar a mi hijo –se acercó a mí con los ojos llorosos, y de la mano del niño que apenas aquel día había conseguido sacar de los escombros. Por fortuna, aunque desnutrido, estaba sorprendentemente indemne.
-Däriel: tu madre fue quien lo salvó –salió de mi corazón.
Se emocionó aún más al escucharlo. De hecho, se agachó hasta su hijo, le pidió que nos dejara a solas y se secó las lágrimas para poder continuar hablando conmigo.
-Hermana de Tartaglia: si no fuera por ti... -se llevó la mano a la boca, para contener de nuevo los sollozos. Cogió aire profundamente y volvió a intentar hablar-. Eres Däriel, ¿verdad?
Abrí los ojos como platos.
-Däriel: ¿cómo sabes mi nombre?
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El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanficUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.