Aoi
23 de Marzo – 10:41 AM
Liyue – Ciudad de Liyue – Segunda Casa de Tartaglia
Dejamos atrás el hotel y regresamos a la casa de Tartaglia. Teníamos el artefacto que buscábamos en nuestras manos, pero Xiao había desaparecido. Y Nathaniel, aunque contuviera su tristeza, parecía una estatua de piedra sentada en el sofá. Tenía la mirada perdida.
-Aoi: Tartaglia ha dicho que encontrará la forma de entrar a esa mansión donde tienen a tu padre, ¿no es genial? –intenté animarlo-. ¡Cuando nos encontremos con él, le pondremos esto y lo sacaremos de sus garras!
Puso todo su empeño en sonreír:
-Nathaniel: sí –fue escueto, pero manteniendo un tono amable.
Coloqué mi mano sobre la suya.
-Aoi: Nath...
Él supo al instante por dónde iba a ir ahora la charla.
-Nathaniel: estoy bien –adelantó, para que no me preocupara.
¡Siempre lo mismo!
-Aoi: ¡maldita sea, Nathaniel! ¡Llora, grita! ¡No te contengas! –repliqué, molesta.
Su mirada se ensombreció.
-Nathaniel: no puedo dejar de contenerme –susurró.
-Aoi: ¡¿por qué no puedes?!
Se dio un breve silencio, en el que sus bellos ojos verdes se fueron congelando.
-Nathaniel: ...porque todo ardería.
No supe por qué, pero sentí la necesidad de abrazarlo poderosamente en aquel momento. Y así lo hice.
Envolví su ahora rígido cuerpo entre mis brazos.
-Tartaglia: ¿oh? ¿Un abrazo? –expresó, en cuanto entró a la habitación-. ¡Yo quiero!
Fue al sofá, donde envolvió a Nathaniel también con sus brazos. De un momento a otro, el pelirrubio estaba siendo abrazado por ambos lados.
-Tartaglia: no podemos sustituir a tu hermana o a Xiao, pero supongo que esto te vendrá bien –escuché cómo murmuró en el oído de Nathaniel.
-Nathaniel: ... -sonrió ligeramente. Sin embargo, esta vez era de verdad.
***
Tartaglia
23 de Marzo – 10:44 AM
Liyue – Ciudad de Liyue – Segunda Casa de Tartaglia
Sabía que Nathaniel necesitaba un abrazo en ese momento o quizá la culpabilidad me llevó a hacerme creer que lo necesitaba.
Quizá yo era el que necesitaba abrazarlo.
Sabía que se habían llevado a Xiao a la Cámara de Jade, lo que no era para nada una buena noticia.
Sí, habíamos conseguido el artefacto que liberaría a Albedo. No obstante, ¿cómo lograríamos llegar hasta él?
Y más importante: incluso aunque consiguiéramos liberarlo, ¿después qué?
Los gladiadores no iban a desaparecer por arte de magia.
"Däriel... Däriel...", no paraba de pensar. "Tengo miedo", ahogué en el fondo, pues los héroes nunca debían admitir aquella debilidad.
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El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
ФанфикUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.