Xiao
5 de Abril – 16:12 PM
Inazuma – Tenshukaku – Despacho del Príncipe Heredero
Con las muñecas esposadas, dos guardias me escoltaron hasta un despacho. Caminé por una alfombra interminable, hasta que me obligaron a detenerme. Desde allí, alcé la vista del suelo.
Estaba de espaldas, pero pude identificar, fácilmente, su larga y rubia coleta, así como el lazo que la mantenía. Bajo la misma, portaba una capa similar a la de los hombres que estaban ahora en cada uno de mis lados.
-Ghör: ¡Alteza, ya están aquí! –comentó un hombre calvo y de tez oscura, cuyos músculos parecían que iban a estallar.
Al escucharlo, "Alteza" se giró hacia mi ubicación, mostrándome a un Nathaniel que, para mi sorpresa, no realizó expresión alguna al contemplarme de nuevo. No sólo tenía ropa distinta, sino que no había rastro de la amabilidad que su energía solía transmitir con facilidad. Pese a ello, debido a lo tanto que lo había extrañado, quedé embobado incluso ante su seria imagen.
Una imagen ante la que los guardias, a diferencia de mí, realizaron una reverencia al instante.
-Ghör: ¿qué estás haciendo? ¿Por qué no muestras tus respetos a nuestro Príncipe? –me recriminó, puesto que yo me había quedado ensimismado y sin moverme un ápice.
De pronto, el hipermusculoso hombre me hizo la zancadilla, haciéndome caer sobre mis rodillas.
-Ghör: ¿crees que por ser el sometido de una sangre azul vamos a tratarte distinto? –dijo con elevado sarcasmo-. Es sólo una mujer.
Fruncí el ceño ante aquella última frase que no me gustó en absoluto. Y el hombre no tomó bien mi expresión.
-Ghör: maldito salvaje... -levantó la mano, preparado para golpearme.
No obstante, Nathaniel agarró rápidamente su muñeca.
-Nathaniel: estás entrometiéndote demasiado en mi autoridad, Ghör –su voz sonaba intimidante-. ¿Acaso consideras que no puedo disciplinar por mí mismo a otro ser?
El hombre calvo se puso muy nervioso.
-Ghör: ¡por supuesto que no, Alteza! –reculó al instante-. Sólo que... no sé cómo este salvaje va a ser un buen maestro para nuestro prodigioso príncipe.
"¿Maestro?", resonó en mi mente. "¿Qué has estado tramando para sacarme de prisión, Nathaniel?", deduje casi en el acto.
-Nathaniel: incluso sin ser de Serphiat, derrotó a uno de los soldados más fuertes con su técnica –adujo, firme-. Por supuesto que tiene mucho que enseñarme.
El hipermusculado contuvo sus gruñidos de desacuerdo como pudo.
-Ghör: ... está bien, todo sea para que iniciéis de una vez el entrenamiento. ¡Pero espero que éste no desaparezca!
![](https://img.wattpad.com/cover/307664090-288-k248705.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanfictionUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.