El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 67

Xiao

24 de Marzo – 3:38 AM

Liyue – Mansión Brillo Nocturno – Aposentos del Dragón

Ninguno de los gladiadores esperaba un movimiento tan drástico por parte de un "sometido", así que, en plena confusión, me teletransporté junto a Albedo.

Lo agarré del brazo.

-Xiao: ¡sígueme! –ordené.

Era una completa locura lo que estaba haciendo, pero quizá no habría una segunda oportunidad. Y, mientras tuviesen en su poder a su padre, Nathaniel también lo estaría de forma indirecta,

"¿Estoy luchando ahora yo también contra un imposible?", pensé, recordando la noche en la que Aria marchó para ir por Albedo.

-Xiao: sé que ser un dragón no debe ser nada fácil, Albedo –pronuncié, mientras ambos corríamos por los pasillos-. Lo he vivido con tu hijo.

-Albedo: ...

Se escuchaban ya potentes pasos tras nosotros. Su ruido hacía eco en el interior de la mansión.

-Xiao: así que trataré de perdonarte por el bien de todos –juré.

Miraba a nuestro derredor, buscando algún lugar para escondernos. No obstante, recordé rápidamente que ellos percibían nuestras energías, por lo que descarté la opción.

De pronto, una dolorida voz cercana me habló.

-Albedo: huye tú, yo los detendré –resistía las nuevas descargas del artefacto para mantener la lucidez por un momento más-. Y... Cuida de Nathaniel.

-Xiao: tan imbécil como siempre –espeté-. ¡No voy a...!

-Albedo: lamentablemente sé que te necesita –admitió, quizá con mayor dolor en el corazón que el que estaba ya sufriendo en su cuerpo por la electricidad.

No tardaron en alcanzarnos:

-Gladiador 1: ¡pobre criatura! ¿De verdad creerá que puede escapar de alguna forma y, además, con nuestro dragón? –reía, de forma humillante.

-Gladiador 2: los humanos son muy divertidos –comentó otro, dejando de correr dada la ya poca distancia que nos separaba.

"¡Ignorante! ¡No soy ningún humano!", me dio un tic nervioso en el ojo.

-Gladiador 1: ha matado a uno de los nuestros...-declaró, esta vez más serio-. Sé que es el sometido de una sangre azul, pero con el dragón nos sobra –sonrió de forma maliciosa-. ¡Acabemos con el estúpido humano!