Kokomi
19 de Marzo – 22:15 PM
Liyue – Mansión Brillo Nocturno – Laboratorio alquímico
Era posible que, en una escapada nocturna que jamás confesaría, yo ya hubiese visto a aquel hombre "en acción" con su amante. No obstante, era de noche y lo veía con cierta lejanía. Aquello era muy distinto. Era más.... ¡Por Orobashi! ¡¿Le estaban poniendo también electrodos alrededor de su pelvis?!
-Alquimista 1: ¿tenéis las constantes ya midiendo? –preguntó a sus compañeros. Ellos asintieron-. Bien –se volvió hacia mí-. Entonces, procede con la estimulación, criada -¡¿ESTIMULACIÓN?! ¡¿SE ESTABA REFIRIENDO A...?!-. Tenemos que conseguir monitorizar la actividad del ejercicio y, por supuesto, tomar muestras de sus fluidos en distintas fases y contextos.
Iba a desmayarme ahí mismo. Mi visión se volvía borrosa, a medida que mis manos temblaban.
-Kokomi: yo... yo no sé... no sé cómo.... –mi voz era un concierto de titubeos.
Había sido todo demasiado repentino y surrealista. ¿Era acaso un sueño?
-Reus: ¿acaso se está negando? –inquirió el general gladiador a lo lejos, cuando percibió que me había quedado paralizada.
Sentí pavor al escuchar la voz de aquel hombre, y traté de controlar mi nerviosismo cuanto antes.
Todos los presentes tenían tan claro que debía proceder con lo solicitado, que yo era la que se veía, además, extraña y fuera de lugar.
-Alquimista 1: los dragones son una raza superior, pero en su forma humana parece posible ejecutar ejercicios sexuales similares a los nuestros –explicó, seriamente.
-Kokomi: yo nunca he...
Me interrumpió:
-Alquimista 1: pero seguro que sabes cómo es la masturbación masculina, ¿no es cierto? –dictaminó.
No podía quitarle razón. Por supuesto que era consciente sobre cómo se podía masturbar a un hombre, ¡pero...!
¡POR OROBASHI!
-Kokomi: sí.... –acepté.
Explicado el ejercicio, el alquimista se alejó de nuevo de la camilla y se unió al resto. A mi alrededor, tenía incontables ojos clavados en mi figura, aguardando mis movimientos.
"Olvídate de que eres la Sacerdotisa Divina y hazlo, Kokomi", me dije a mí misma, deseando que aquello jamás llegase a oídos de nadie de Sangonomiya. "Esperabas una ejecución y sólo te están pidiendo tocar a un hombre apuesto que, además, es el retratista de una de tus obras favoritas", iba convenciéndome y enfrentando el pudor. "¡Encima es un dragón! Un... magnífico dragón...", decía, mientras me sonrojaba contemplando su perfecto rostro.
-Kokomi: será la primera vez que hago esto, Albedo, pero... lo haré lo mejor posible por ti –me determiné, retirándome los guantes.
ESTÁS LEYENDO
El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)
FanficUndécima parte de El Pecado del Alquimista. Secretos que retumban en las almas.