Capítulo 81

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Xiao

5 de Abril – 22:52 PM

Inazuma – Tenshukaku – Aposentos del Príncipe Heredero

De forma brusca, paró el acto sexual. Sacó los dedos de mi interior, paró de frotar mi pene, y se dispuso a salir de la cama.

Yo lo detuve.

-Xiao: ¡¿por qué tantas molestias para evitar marcarme?! –repliqué con todas mis fuerzas.

-Nathaniel: ¡¿por qué tantas molestias para ponerte en peligro?! –se mantuvo sorprendentemente firme. Incluso siendo consciente de lo tanto que yo lo atraía, ahí estaba... alejándose de mí.

"¿En peligro de qué? ¿En peligro de garantizar poder pasar el resto de mi vida contigo?", mascullaba entre dientes. "¡Hazlo, maldita sea!", pensaba, pero, una vez más, era incapaz de pronunciar por cobardía.

Lo miraba e, incluso con el mundo patas arriba, mi corazón lo imploraba. Quería despertarme cada uno de mis días a su lado, quería tomar su mano y no soltarla jamás, quería poseerlo a él y a nadie más, quería hacerlo feliz y no volver a mirar atrás...

Mi cuerpo se movió solo.

Usando todas mis fuerzas, volví a recuperar mi lugar encima de su cuerpo. Incluso estampé sus muñecas contra el colchón.

-Nathaniel: suéltame... -amenazó, aunque no ya con una férrea firmeza. Había duda en su voz-. Yo... Yo ni siquiera fui capaz de guardar ese collar como merecía –veía ondular el vajra sobre él-. Sé que, por mucho que escribieras lo contrario, era un regalo de despedida tras esa horrible feria. Y ni siquiera pude atesorarlo.

"Idiota... Sabía que lo ibas a tomar como una despedida por las tonterías que solté por mi boca precisamente en esa feria", ardió en mi fuero interno. "He debido pisotear su esperanza", ardió aún más.

Debía compensar mis errores, todo el daño que le había hecho a aquel hombre por mis estupideces, y al fin ser claro.

A traición, recoloqué mi trasero encima de su pene.

-Nathaniel: ¿Xiao? –no se esperaba aquel movimiento.

Y mucho menos hubiese esperado el siguiente: me dejé caer sobre él, insertándolo en mi interior de forma repentina. Sentí cómo su aparato palpitaba entre mis paredes, degustándose en demasía.

-Xiao: ¿así le gusta, Alteza? –pregunté con sorna, y con una amplia y pícara sonrisa en mi rostro.

Incluso con aquella cosa puesta en su cara, supe que mi expresión le encantó sobremanera. Sus ojos verdes temblaron.

-Nathaniel: aaah... ¿qué... qué estás haciendo...? –titubeó.

Entonces, solté sin más miramientos:

-Xiao: enloquecerte hasta que pueda quitarte esa jodida máscara.

El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora