El Pecado del Alquimista 11 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 64

Scaramouche

24 de Marzo – 2:04 AM

Liyue – Casa de Jade

Cuando Kairi dejó inconsciente al Cazador de Demonios, pensé que ya había terminado todo. No obstante, después de que al fin las sacudidas cesaran de una buena vez, el interior del edificio se inundó de orbes luminosos.

Y no eran los de Kairi.

Su madre, que a duras penas se mantenía en pie, consiguió llegar hasta el adeptus y echárselo a su herida espalda. Hizo un gesto de agudo dolor cuando lo hizo, pero no se detuvo.

-Aria: volveré a por ti, mi niña –aseguró, con una media sonrisa-. Pero ahora tengo que ir a donde esté tu hermano.

La peliverde se quedó impresionada con que su víctima se pudiera mover. Le costó reaccionar, y a mí también.

Para cuando conseguimos reaccionar, con ayuda de orbes Dendro y Anemo, salió al exterior y se lanzó al vacío.

Fue entonces cuando Kairi abrió los ojos como platos y corrió a la plataforma exterior para ver el resultado de semejante temeridad.

¿Un atisbo de preocupación? Es posible, pero no duró mucho.

-Kairi: ya bastante te rebelaste con esa nota... -una voz extraña parecía estar conversando con ella misma-. Vuelve dentro –se autoordenó.

Y así lo hizo.

***

Xiao

24 de Marzo – 2:21 AM

Liyue – Mansión Brillo Nocturno

Cuando volví a abrir los ojos, estaba en un lugar completamente distinto y Aria estaba frente a mí, protegiéndome de unos soldados que la estaban increpando.

-Gladiador 1: ¡¿una sangre real?! ¿Qué haces aquí fuera y por qué estás sangrando?! –en apariencia, se podría decir que estaban preocupados por ella. Pero lo hacían por sus propios oscuros motivos-. No estás marcada, así que no tienes amo que juegue contigo de esa forma. ¡¿Quién ha osado entonces arañar a una concubina real?! ¡Habla!

-Gladiador 2: espera, idiota... ¿Y si la marco yo? –propuso, más que dispuesto a cumplirlo. Se relamió incluso con tan solo pensarlo-. No me importaría escalar de...

Me incorporé cuanto antes, me coloqué yo entonces delante de ella y los amenacé con mi lanza.

-Xiao: ni se os ocurra tocarla –gruñí, furioso.

-Gladiador 2: oh... Él sí está marcado –analizaron mejor la situación-. Imagino que por ella... Hmmm... Bueno, si la marco, ¡ambos seréis míos! Supongo que no me importa divertirme también con un hom-

Alguien con más insignias en su pecho apareció (y sobre todo muchas capas de ropa encima):

-Niels: ¡¿qué está pasando aquí?! ¡Informen al general Niels ahora mismo!