Las pupilas de Gu Louyin se encogieron de repente; su conmoción era tan extrema que ya no parecía fría.
—¿Qué...has dicho?
—He dicho que quiero que te cases conmigo —reiteró Xiao Yuan sin prisa—, ¿me oíste bien? Quiero ser tu compañero Dao.
De acuerdo con [All Have], tratar de convertirse en el compañero Dao de Gu Louyin era su última tarea y después de eso, sería libre. Ya que tenía que donar su sangre a Lin Wulian, por qué no aprovechar esta oportunidad para obligar a Gu Louyin a casarse. Estaba seguro de que Gu Louyin aceptaría. Después de todo, se preocupaba tanto por Lin Wulian que estuvo dispuesto a sacrificar su propia vida cuando estaban en el territorio del norte. Qué decir entonces de una cosa tan pequeña como convertirse en compañeros del Dao.
Todo el cuerpo de Gu Louyin estaba congelado, como si se hubiera solidificado en un fósil. Xiao Yuan tampoco se apresuró y esperó paciente a que volviera en sí. Después de un largo tiempo, Gu Louyin por fin pronunció ligeramente una palabra:
—¿Por qué?
—Tú quieres mi sangre, ¿acaso no puedo pedir nada a cambio? Por desgracia, no hay nada en el Pabellón Yunjian que me apetezca. Pensando en ello, creo que es más rentable para mí tenerte a ti —dijo Xiao Yuan mitad verdad mitad mentira.
Gu Louyin apretó las manos con fuerza. Cuando Xian Yuan dijo las palabras "quiero que te cases conmigo", ya estaba hecho un lío. Un pensamiento que estuvo oculto en lo más profundo de su corazón lo tomó desprevenido. En ese momento, incluso olvidó a su moribundo shixiong; Xiao Yuan era el único en su cabeza. Pero, después de todo, se trataba de era Gu Louyin, así que rápidamente volvió en sí.
—Quieres a Qingyan.
—Te daré un día para pensarlo —Xiao Yuan no lo negó—. Si estás de acuerdo, te dejaré tomar mi sangre sin objeción alguna; si te niegas... De cualquier forma, no viviré mucho tiempo después de perder tanta sangre, así que puedo colgarme en Biluozhai y evitarme problemas.
El rostro de Gu Louyin perdió color; parecía tener un miedo especial a escuchar la palabra "muerte". Miró a Xiao Yuan, sus ojos claros se volvieron frenéticos, y volvió a repetir las mismas palabras:
—No puedes morir.
Xiao Yuan no quiso seguir hablando de eso.
—Te daré mi sangre por hoy. En cuanto a si lo haré mañana, depende de lo que decida el Joven Maestro de Pabellón.
Llenar una copa de sangre con el piquete de una aguja tomaría una eternidad. Xiao Yuan miró a su alrededor y su mirada se posó en la espada de Gu Louyin.
—Préstame tu espada.
Xiao Yuan tomó a Shuang Leng, se preparó mentalmente e hizo un ligero corte en su muñeca. La cálida sangre fluyó de inmediato, goteando por su esbelta y blanca mano en el cuenco. Xiao Yuan sonrió a Gu Louyin.
—¿Satisfecho?
Gu Louyin sólo sintió que la sangre de Xiao Yuan era tan roja que le picaba los ojos y el corazón, tanto que no podía hablar. Le costó reunir fuerzas preguntar:
—¿Te duele?
Xiao Yuan giró la muñeca y dijo con una sonrisa tranquila:
—Me duele.
La palabra "detente" se quedó atorada en la garganta de Gu Louyin y no dijo nada.
Después de darle a Lin Wulian tres tazas de sangre, Xiao Yuan no sintió ninguna molestia, pero sabía muy bien que si tenía que hacerlo cada día, en menos de medio mes su sangre se agotaría.
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El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]
Historical FictionXiao Yuan tenía una gran responsabilidad. Debido a ciertas restricciones, debía llevarse bien con un grupo de escorias. Cuando la misión se completó, las restricciones desaparecieron, y Xiao Yuan gritó de alegría: ¡Ah, este es el sabor de la liberta...