Capítulo 20

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Dos años después, una primavera.

En tiempos recientes, el poblado de Tong'an estaba especialmente animado, con las calles llenas de gente que iba y venía, la mayoría de ellos, cultivadores de otros lugares. Mientras el dueño de la posada Taoju se ocupaba de solicitar clientes en la entrada, le encantaba mirar a esos cultivadores. En medio mes, había visto tantos que lucían como inmortales o tenían un comportamiento extraordinario, pero cuando vio al joven vestido de blanco liso con una espada en la mano, se quedó atónito pensando que había visto a un inmortal. Junto al él, había también otro apuesto joven, vestido con un brocado amarillo brillante y una flauta colgando en su cintura. Tenía el aspecto de alguien rico y magnífico, pero también hacía que el joven de blanco pareciera más refinado y distante.

Al ver que los dos inmortales se acercaban a su posada, el hombre se apresuró a saludarlos y los recibió con entusiasmo:

—Maestros inmortales, adelante, ¿quieren comer o quedarse en la posada?

—Tenemos un lugar donde quedarnos, hemos venido a comer —dijo el joven de amarillo.

—Entonces los dos inmortales están en el lugar correcto —dijo el posadero—. En el poblado de Tong'an, no hay nadie que no sepa que el pato amarillo crujiente de nuestra posada Taoju es una obra maestra. Sólo hay doscientos al día, y se acabarán si llegan tarde. Los dos inmortales llegaron justo a tiempo. Todavía quedan algunos en la cocina. ¿Desean pedir uno?

El joven vestido de amarillo giró la cabeza y pidió la opinión de su acompañante:

—Louyin, ¿qué te parece?

La mirada de Gu Louyin se desvió hacia alguna parte:

—Fugui.

—¿Sí?

—Lo acabo de ver.

Shen Fugui se sintió bastante impotente. Llevaba un mes acompañando a Gu Louyin y ya no le sorprendía que reconociera a la persona equivocada a cada momento.

—Louyin, estás con eso otra vez —dijo Shen Fugui—. He oído que era una gran belleza, una que es rara encontrar en cien años. Una belleza así caminando por la calle definitivamente atraerá a la gente a mirar hacia atrás para verla. Mira esta calle, ¿cómo puede haber una persona así?

—No, de verdad lo vi —Gu Louyin persistió con firmeza.

Shen Fugui sabía que era inútil decir más, suspiró y se rindió.

—Entonces, ¿qué vas a hacer?

Gu Louyin se quedó parado en la animada calle sin moverse, y en un abrir y cerrar de ojos atrajo la atención de innumerables hombres y mujeres.

—Bien, entremos, el pato amarillo crujiente se acabará. —Shen Fugui arrastró a Gu Louyin hacia el interior de la posada, lamentando, por enésima vez, el acompañarlo.

Gu Louyin era el joven maestro del Pabellón Yunjian, y Shen Fugui era el joven maestro de la Secta Xuanle[1]. El Pabellón Yunjian, la Secta Xuanle y el Palacio Baihua[1] eran conocidos como las tres sectas más grandes del mundo. Él y Gu Louyin se conocían desde la infancia y eran compañeros discípulos. Los dos se encontraron por casualidad en la ciudad de Luling hace un mes. Shen Fugui se enteró de que Gu Louyin, al igual que él, iría al Palacio Baihua para participar en la fiesta de contemplación de las flores que se celebra una vez cada diez años, así que le propuso viajar juntos. ¿Quién iba imaginar que Gu Louyin querría buscar a alguien durante el viaje? En el vasto mar de gente, buscar a alguien equivalía a buscar una aguja en un pajar. No encontraron a nadie y perdieron mucho tiempo. Al final, llegaron al poblado de Tong'an, a sólo una ciudad del palacio de Baihua. Gu Louyin volvió a tener el viejo problema de reconocer a la persona equivocada. Quién sabía cuánto tiempo permanecerían en el poblado de Tong'an esta vez y si podrían llegar la fiesta de contemplación de las flores en el palacio Baihua.

El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora