Xiao Yuan cambió de opinión tan repentinamente que ni él mismo pudo reaccionar. Cuando recobró el sentido, ya había llamado a Li Yanzhi y le dijo que no necesitaba ir, que él iría a la Secta Xuanle en persona y se uniría a Gu Louyin. En cuanto a cómo Xiao Du y Mu Yingyang reaccionarían después de enterarse de eso, no se molestó en preocuparse.
Xiao Yuan se resignó a no ser impulsivo; esa fue la primera vez en su memoria y no esperó que sucediera por las palabras de Gu Louyin.
Las almas de Shen Fugui y Cai Xunnian estaban controladas por las linternas de atracción de almas y no tenían conciencia propia. Por la noche, Xiao Yuan se ofreció a turnarse para vigilar las almas. Gu Louyin estuvo de acuerdo y le pidió a Xiao Yuan que se fuera a dormir primero. Como resultado, Xiao Yuan durmió hasta el amanecer. Estaba tumbado somnoliento en la cama cuando Gu Louyin lo llamó. Xiao Yuan se envolvió en el edredón y bostezó:
—No quiero levantarme.
Gu Louyin se sentó a un lado de la cama y lo consintió:
—Bien, entonces no lo hagas.
Xiao Yuan cerró los ojos. Aún sintiendo la mirada de Gu Louyin en su cara, eso lo hizo perder la intención de dormir. Se incorporó y preguntó:
—¿No tienes sueño?
Gu Louyin permaneció despierto toda la noche sin rastro de cansancio en su rostro.
—No pasa nada.
—¿Quieres subir a dormir un rato? —sugirió Xiao Yuan con pereza.
Gu Louyin se sobresaltó. Había una sonrisa en la comisura de los labios de Xiao Yuan, pero no podía decir si hablaba en serio o en broma. Gu Louyin no supo cómo responder cuando Xiao Yuan lo atrapó por el cuello. Xiao Yuan arrastró a Gu Louyin hasta la cama, se dio la vuelta y se sentó sobre Gu Louyin. Desde esa posición, Gu Louyin podía ver la ropa suelta de Xiao Yuan, su delicada barbilla y su cabello negro ligeramente desordenado. Tenía una colcha en la espalda y las comisuras de los ojos enrojecidas por el sueño reciente. La manzana de Adán de Gu Louyin rodó en silencio y puso sus manos en la cintura de Xiao Yuan. Xiao Yuan le sonrió y dijo:
—Ya me he levantado, así que puedes descansar un rato.
Gu Louyin lo miró sin hablar. Xiao Yuan se levantó del edredón y estaba a punto de salir de la cama cuando fue tirado hacia atrás por las manos en su cintura. La voz ligeramente ronca de Gu Louyin sonó en su oído:
—Juntos.
Xiao Yuan sintió que la situación lo superaba. De alguna manera intercambiaron posiciones y ahora Gu Louyin estaba en la parte superior y Xiao Yuan debajo de él. Los dos se tumbaron en la misma cama temprano por la mañana, fingiendo que dormían pero en realidad no querían dormir en absoluto. Xiao Yuan vio cómo Gu Louyin bajaba la cabeza y se inclinaba hacia él. Se apresuró a poner su mano contra el pecho del otro y dijo sin mirarlo:
—No, no, todavía no me he enjuagado la boca. Tú... ¿Elijes otro lugar?
Gu Louyin sonrió muy ligeramente y asintió con un "En".
Al salir de la posada, las marcas del chupetón en el cuello de Xiao Yuan se hicieron más brillantes. Después de perder la mañana, los dos aceleraron la marcha y llegaron al límite de la Secta Xuanle, Jincheng, por la tarde. No fueron directo a la Secta Xuanle, sino que primero escribieron una carta y se la entregaron al agente de la Secta Xingtian en la Secta Xuanle, ordenándole que encontrara la forma de entregar la carta a Shen Fugui en secreto. Después, sólo tenían que esperar.
La Secta Xuanle era la líder del cultivo musical en el mundo. Jincheng era el lugar donde se reunían muchos cultivadores de música. La gente de la ciudad también tenía un muy buen sentido de la música e incluso los gritos de los vendedores ambulantes eran cantados como canciones.
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El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]
Historical FictionXiao Yuan tenía una gran responsabilidad. Debido a ciertas restricciones, debía llevarse bien con un grupo de escorias. Cuando la misión se completó, las restricciones desaparecieron, y Xiao Yuan gritó de alegría: ¡Ah, este es el sabor de la liberta...