Capítulo 64

86 18 9
                                    

Xiao Yuan, que fue empujado afuera por Gu Louyin, recuperó el equilibrio, echó un vistazo a la puerta de piedra cerrada, giró la cabeza y se fue. Tonterías, ya había sido "expulsado" por Gu Louyin, ¿qué otra cosa podía hacer sino irse? ¿Era posible quedarse allí y animar a Gu Louyin a través de la puerta de piedra? Había un hechizo de prohibición de sangre en esa puerta. Él no era miembro de la familia Gu, así que no podría abrirla y entrar. En lugar de esperar, era mejor ponerse manos a la obra. Sabía que era inútil preocuparse, pero aun así apretó los dientes al pensar en las palabras de Gu Louyin y su clara determinación de morir: más le valía a Gu Louyin sobrevivir. Qingyan aún no había sido capturado, aún no había terminado de utilizar a Gu Louyin, así que si quería morir, ¡tenía que preguntarle si estaba de acuerdo!

En el pasadizo secreto, Gu Louyin estaba solo y detrás de él estaba la pesada puerta de piedra. Qian Sang dio un paso adelante para perseguir a Xiao Yuan pero Gu Hang lo detuvo:

—Déjalo.

—¿Maestro del Pabellón? —Qian Sang estaba bastante sorprendido.

—Shen Fugui puede escapar, pero la Secta Xuanle no.

Sólo entonces, Qian Sang se retiró.

—Entiendo lo que quiere decir Maestro el Pabellón.

Gu Hang miró a su hijo cuya silueta era algo similar a la suya y dijo:

—Déjame preguntarte de nuevo, ¿dónde está el tercero?

—No hay ninguna tercera persona —Gu Louyin se mantuvo inexpresivo.

—Shidi, no puedes ocultárnoslo —Lin Wulian susurró suavemente—: Lo vi en el espejo antiguo.

Una ondulación brilló en los tranquilos ojos de Gu Louyin. Lin Wulian miró a Gu Louyin directo a los ojos y dijo palabra por palabra:

—Shidi, Xiao Yuan no está muerto. Está aquí contigo.

—El espejo antiguo no muestra el cuerpo de un humano, sino su alma. Aunque ocupe el cuerpo de otra persona, mostrará su forma original en el espejo —intervino Qin Sang.

Gu Louyin respiró hondo. Las cosas que no se atrevió a confirmar fueron confirmadas por otros. Esta vez no estaba solo, la gente del Pabellón Yunjian también lo pensaba. Xiao Yuan no estaba muerto, realmente no estaba muerto. ¿Cuándo vino a él? ¿Cuando estaba en la Ciudad de Luling, o antes? Inesperadamente, no se dio cuenta. Gu Louyin recordó de pronto al joven llamado Liang Nian en la montaña nevada. Cuando lo vio por primera vez, su corazón palpitó sin razón. En aquel momento, no pensó mucho en ello, sólo en que estaba repitiendo el mismo error, aferrándose desesperado a lo imposible. Lo sentía, pero estaba tan asustado por las mentiras de Xiao Yuan que no podía creer en su instinto. Gu Louyin creía que un día, Xiao Yuan le causaría la muerte con sus tonterías. Pero aun así, no hubo ni un rastro de ira o queja por haber sido engañado. Estaba dispuesto, dispuesto a Xiao Yuan jugara con él.

Xiao Yuan no quería exponer su identidad, así que no sabría nada, no importaba si no podía revelar que lo reconoció. Mientras Xiao Yuan estuviera vivo... mientras él estuviera vivo.

Pensando en Xiao Yuan fingiendo ser Shen Fugui todo el camino, Gu Louyin no pudo evitar sonreír con suavidad de una manera tonta. En un instante, el escalofrío de su cuerpo se convirtió en una suave luz otoñal que iluminó el tenue pasadizo secreto.

Los ojos de Lin Wulian se abrieron de golpe. Gu Louyin sonrió ante la mención del hombre que lo hizo romper con su padre biológico y su shimen. Sonrió.

—¿Shidi...? —gritó Lin Wuian incrédulo.

Gu Hang vio la reacción de Gu Louyin y dijo fríamente:

El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora