La situación no permitió a Xiao Yuan pensar en los demás. En sus recuerdos, no podía controlar sus palabras ni sus actos y nada de lo ocurrido podía cambiarse. Sólo podía decir lo mismo y hacer las mismas cosas que hizo en el pasado. Era como si [All Have], que desapareció hace mucho tiempo, volviera de nuevo. Ese sentimiento sofocante de ser forzado era la sensación más desagradable de su vida. Para su fortuna, era sólo un recuerdo. Los recuerdos no tenían ningún poder. Nunca tuvo miedo de los recuerdos, ni se ahogaría en ellos.
Xiao Yuan se sintió como un espectador, mirando al otro Xiao Yuan sin ondulaciones en su corazón, el otro Xiao Yuan que todavía tenía expectativas para Li Xianting y todo. Sin importar lo que Xiao Yuan dijera, no obtenía respuesta de Li Xianting, ni siquiera una frase superficial de "Cómo puede shizun no quererte".
—¿Por qué Ah Yu no quiere reconocer a Xiao Du como su gege? —preguntó el shizun de su recuerdo.
Xiao Yuan de su memoria frunció los labios y se sinceró:
—Él es el Venerable Señor de la Secta Xingtian y no suena como una buena persona. Si se equivoca y no soy su hermano menor, entonces esparcirá mis cenizas.
Li Xianting rio:
—No lo hará.
En ese momento, Xiao Yuan no pensó mucho en ello. Ahora que lo escuchaba de nuevo, sólo sintió que el "No lo hará" de Li Xianting parecía tener un significado profundo diferente ¿Era que Xiao Du no cometerá un error, o que no esparcirá sus cenizas?
Xiao Yuan bajó la cabeza en silencio. En ese momento, solo tenía diecisiete años y aún no era enviado a Xiao Du por Li Xianting. Cuando se enfrentaba a Li Xianting, todavía tenía una leve sensación de inocencia. Aunque [All Have] le dijo que Li Xianting no era de fiar, Li Xianting todavía era su shizun, el shizun que le crio desde que era un niño y le enseñó todas las técnicas que conocía. Cuando era joven, fue intimidado por su shidi. Fue shizun quien lo abrazó y secó sus lágrimas. ¿Cómo podía no importarle en absoluto?
Xiao Yuan levantó la cabeza, miró a Li Xianting con ojos ardientes y dijo:
—Si shizun dice que debo ir, le haré caso a shizun.
Li Xianting sonrió suavemente.
—Ah Yu es tan bueno.
—Pero quiero una promesa de shizun —condicionó Xiao Yuan—. Si Xiao Du me trata mal, ¿me recogerá shizun?
Li Xianting estiró la mano para apartar el pelo disperso de Xiao Yuan con los ojos suaves y húmedos.
—Sí.
El Guqin sonó de nuevo, y la escena cambió tan rápido que Xiao Yuan sólo pudo ver una sombra borrosa. Cuando el paisaje circundante volvió a calmarse, se encontró sentado en una roca junto al arroyo, con un sombrero a la espalda y una caña de pescar en la mano. A sus pies había una cesta de paja en la que jugueteaban más de una docena de camarones vivos. Xiao Yuan lo recordó. Ese fue el día en que dejó su shimen para ir a la Secta Xingtian.
La caña de pescar se balanceó; Xiao Yuan esperó paciente un rato y estaba a punto de tirar de la caña cuando una piedra se estrelló contra el agua, provocando un estallido de gotas. Los camarones bajo el agua se sobresaltaron y se alejaron nadando a toda prisa.
Xiao Yuan no voteó y dijo con pesar:
—Shidi asustó a mis camarones.
El apuesto rostro de Mu Yingyang estaba frío:
—¿De verdad vas a la Secta Xingtian?
—Sí. —Xiao Yuan guardo lentamente la caña de pescar.
Mu Yingyang hizo una mueca de desprecio y dijo con frialdad:
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El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]
Historical FictionXiao Yuan tenía una gran responsabilidad. Debido a ciertas restricciones, debía llevarse bien con un grupo de escorias. Cuando la misión se completó, las restricciones desaparecieron, y Xiao Yuan gritó de alegría: ¡Ah, este es el sabor de la liberta...