Xiao Du todavía recordaba cómo puso el hechizo protector del corazón en el caracol de nueve tonos. Fue la noche antes de enviar a Xiao Yuan con Gu Louyin. Estaba cenando con Xiao Rong pero su mente estaba en Xiao Yuan. De hecho, no había nada de qué preocuparse. Tomó una decisión y todo estaba arreglado. Pero seguía sintiéndose un poco inquieto; tuvo la vaga premonición de que estaba haciendo algo mal, algo irreparable.
Xiao Du se dio cuenta de que dudaba. Siempre odió a la gente indecisa y no podía tolerar que él mismo se volviera así. Simplemente envíalo lejos. Se dijo a sí mismo que mientras Xiao Yuan no estuviera cerca, esas emociones que no debía tener desaparecerían. Pero, ¿y si no lo hacían, y si sólo quería que Xiao Yuan estuviera a su lado? Eso también estaba bien, podía dejar que Xiao Yuan volviera después de robar Qingyan.
Para que Xiao Yuan regresara a salvo, Xiao Du puso un hechizo de protección del corazón en el caracol de nueve tonos. Nunca imaginó que ese hechizo se convertiría en el medio más importante para Xiao Yuan para escapar de él al final.
De pie frente a él, Xiao Yuan atravesó su corazón con Bihai Chaosheng, el artefacto por el que trabajó tan duro para encontrar, y personalmente arruinó la última protección que le quedaba a su amado. Xiao Yuan apuñaló con tanta decisión y fiereza, como si lo hubiera hecho cien veces en su mente. Pero seguía siendo tan guapo como siempre, y la forma mortífera en que se movía su mano lo hacía olvidar el dolor.
—Je... —Xiao Du rio suavemente. Se apretó el pecho con la respiración corta y temblorosa. Se inclinó, mirando a Xiao Yuan, y preguntó—: ¿Desde cuándo?
—Desde muy temprano —susurró Xiao Yuan.
Desde hace dos años. Después de enterarse de que el caracol de nueve tonos tenía un hechizo de protección del corazón, lo tomó como su última retirada contra Xiao Du.
—Así que lo planeaste desde hace mucho tiempo —dijo Xiao Du con sangre en la boca—. Dejaste que Meng Chi descubriera el envenenamiento para irritarme. De principio a fin, querías que muriera. Incluso sabiendo que yo era tu hermano, no cambiaste de opinión.
Xiao Du estaba sufriendo una tortura física y mental, y su cuerpo herido no podía soportarlo mucho más. Vomitó una gran bocanada de sangre. Incapaz de sostenerse a sí mismo, cayó de rodillas frente a Xiao Yuan. Por primera vez en su vida, Xiao Yuan miró desde arriba a este poderoso y terrorífico hombre; hubo un rastro de desconcierto en sus ojos.
—Yo tampoco quería que fuera así. No seré más feliz si mueres. Pero... ¿por qué tuviste que obligarme? Llevo tantos años controlado, sólo quiero vivir una vida de libertad, ¿eso está mal?
—Jaja... jaja... —Xiao Du reía cada vez más fuerte con una expresión casi de locura—. Ah Yu, mira lo parecidos que somos... en el fondo, eres el mismo tipo de persona que yo. Deberías quedarte conmigo, Ah Yu. Sólo yo puedo protegerte, sólo yo estoy cualificado para tenerte...
Xiao Yuan levantó ligeramente la comisura de los labios.
—Mira qué aspecto tienes ahora. ¿Tiene sentido decir este tipo de cosas? Es mejor que pienses en tus últimas palabras.
Xiao Du dejó de reír; su visión se nubló gradualmente y tuvo que esforzarse por mantener los ojos abiertos para ver a Xiao Yuan.
—Ah Yu...
—Sí, estoy aquí. —Xiao Yuan lo miró con calma.
Xiao Du escupió otra bocanada de sangre y se limpió la comisura de los labios.
—Ayúdame a levantarme.
Xiao Yuan dudó por un momento, pero aun así ayudó a Xiao Du a llegar al asiento principal. Cuando estaba a punto de retirarse, Xiao Du agarró la muñeca de Xiao Yuan, su fuerza provenía de una fuente desconocida. Xiao Yuan no luchó y esperó en silencio.
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El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]
Historical FictionXiao Yuan tenía una gran responsabilidad. Debido a ciertas restricciones, debía llevarse bien con un grupo de escorias. Cuando la misión se completó, las restricciones desaparecieron, y Xiao Yuan gritó de alegría: ¡Ah, este es el sabor de la liberta...