Capítulo 56

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Cuando Xiao Yuan despertó, había una vista desconocida delante de él. Debería seguir en la ilusión, pero parecía que Gu Louyin cambió el escenario mientras él dormía. Era una habitación sencilla y elegante, sin muebles superfluos. El sol estaba justo al otro lado de la ventana y la habitación estaba llena de una luz clara y brumosa. Gu Louyin seguía sentado a un lado de la cama, vistiendo un sencillo atuendo blanco liso.

—Estás despierto —dijo Gu Louyin.

—¿Cuánto tiempo he dormido? —preguntó Xiao Yuan.

—No lo sé.

El tiempo eclipsado en la ilusión era incalculable. Xiao Yuan miró a Gu Louyin a contraluz, sintiendo como si estuviera a punto de disiparse en la clara luz. Xiao Yuan apuntaló su cuerpo, descubrió que estaba vestido con las mismas ropas blancas que Gu Louyin y preguntó:

—¿Dónde estamos?

—Pabellón Yunjian.

Xiao Yuan quedó perplejo.

—¿No querías que viera a tu madre?

—Sí, ven conmigo.

Los dos salieron de la casa y llegaron al patio. El patio estaba cubierto de niebla y ya no había rastro del brillante sol. Xiao Yuan miró a Gu Louyin, supo que eso se debía a que su poder espiritual restante no podía mantener la ilusión tan realista como la Montaña Dongguan.

Después de un rato, la niebla se desvaneció y una delgada figura apareció lentamente. Era una mujer recatada y digna, con cejas en forma de media luna y ojos melancólicos. Llevaba el cabello peinado como una dama casada, aparentaba menos de treinta años, fría y gentil, como un lirio en flor.

—¿Es ésta tu madre? —preguntó Xiao Yuan.

—Sí. Este es el aspecto que tenía en el último año de su vida —explicó Gu Louyin.

—¿Qué edad tenías?

—Seis años.

Xiao Yuan sonrió.

—Todavía la recuerdas, eso es muy bueno.

La señora Gu en la ilusión no podía verlos ni oírlos. Salió lentamente del patio con una caja de comida en la mano. Los dos la siguieron, y la niebla fuera del patio era aún peor, sólo el camino por el que andaban era visible. Gu Louyin miró la espalda de la señora Gu y dijo sin prisa:

—Mi madre era originalmente una discípula del Pabellón Yunjian y su base de cultivo era baja. Aunque estaba enamorada de Gu Hang, los ancianos del Pabellón Yunjian no estaban de acuerdo con su matrimonio.

—Pero aun así tu madre se casó con Gu Hang —señaló Xiao Yuan.

—Escuché que para casarse con ella, Gu Hang no dudó en luchar contra todo el clan y obligó a sus padres y ancianos a aceptar bajo la amenaza de abandonar el Pabellón Yunjian.

Xiao Yuan vio antes a Gu Hang en la Montaña Dongguan y le fue imposible imaginar que un hombre así pudiera ser un ser humano tan encaprichado. Pero si Gu Hang en verdad sentía un profundo afecto por la señora Gu, ¿no debería el niño que nació de su amada ser considerado como su alma? ¿Por qué iba Gu Hang a ignorar a Gu Louyin? Aunque Gu Louyin estuviera endemoniado, no estaba desahuciado. ¿Por qué Gu Hang ni siquiera se molestó en intentarlo?

Un crujiente sonido de metal chocando interrumpió los pensamientos de Xiao Yuan. Siguió el camino sólo para ver que la señora Gu ya se había detenido, y había tres figuras, una grande y dos pequeñas, delante de ella. La grande era el Gu Hang que habían mencionado hace un momento, en cuanto a las dos pequeñas...

El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora