El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]

Capítulo 93

Gu Louyin no sólo tenía suficiente energía, sino que también demasiada, y fue Xiao Yuan quien no pudo aguantar primero. En medio de la noche, el viento frío refrescó y la luz de las velas se mecía.

Gu Louyin no durmió durante varios días, pero ahora se tumbó al lado de Xiao Yuan, escuchando la respiración de la otra parte en su sueño, y finalmente se durmió.

Después de algún tiempo, Gu Louyin frunció el ceño y de pronto abrió los ojos. Se incorporó, jadeando un poco, y sus ojos, siempre tranquilos, estaban sombríos. Giró la cabeza muy, muy despacio, y cuando vio el perfil de Xiao Yuan sobre la almohada, su respiración entrecortada se calmó.

No era la primera vez que eso sucedía. Cada vez que se quedaba con Xiao Yuan, se despertaba a mitad de la noche y lo tocaba para asegurarse de que seguía allí. Xiao Yuan seguía vivo, durmiendo en su almohada, entrelazado con su corazón. Todo en ese momento era demasiado hermoso, demasiado bello para ser verdad. A veces, incluso se preguntaba si estaba inadvertidamente atrapado de nuevo en un reino ilusorio.

Xiao Yuan estaba tumbado de lado frente a él, con los labios entreabiertos, las mejillas sonrojadas y el largo cabello esparcido sobre los hombros. Era evidente que estaba agotado. Gu Louyin lo miró y la bruma de sus ojos se disipó gradualmente, sustituida por otra cosa.

Xiao Yuan sintió un poco de picor, así que abrió los ojos aturdido y descubrió que el cabello plateado de Gu Louyin caía sobre su cuello. Xiao Yuan tenía tanto sueño que volvió a cerrar los ojos.

—¿Qué pasa? —preguntó.

Gu Louyin se inclinó hacia él y lo abrazó, susurrando:

—Tengo mucho miedo.

Xiao Yuan le devolvió el abrazo y le dio unas ligeras palmaditas en la espalda.

—No tengas miedo, no tengas miedo, estoy aquí —su tono era como engatusar a un niño, su voz ligera y suave, con un pequeño sonido nasal.

El cultivador de espada que fue persuadido sintió que no era suficiente. No importa lo cerca que estuviera de Xiao Yuan, incluso si estuviera rodeado por Xiao Yuan, nunca estaría satisfecho. Debido a las veces anteriores de abrir el camino, aunque no hubo cooperación por parte de Xiao Yuan esa vez, Gu Louyin todavía iba a donde quería ir. Sin importar lo dormido y cansado que estuviera Xiao Yuan, tenía que despertar siendo zarandeado de esa manera, lo quisiera o no. Abrió los ojos para mirar a Gu Louyin y dijo con voz apagada:

—Gu Louyin, tú... has ido demasiado lejos, ¿puedes dejarme dormir?

—Sí.

—Sí... ¿tus palabras y tus actos parecen ser incoherentes?

—Abrázame.

Ya que Xiao Yuan no podía resistirse a ese tipo de cosas, sólo le quedaba disfrutarlo. Xiao Yuan abrazó a Gu Louyin, aceptó su destino y le dejó un arañazo en la espalda a modo de rencor.

Al día siguiente, Meng Chi fue a decirles que estaba lista para el intercambio de corazones y que podía empezar en cualquier momento. Xiao Yuan se frotó la cintura y preguntó a Gu Louyin:

—¿De verdad lo has pensado? ¿No te arrepientes?

—Sin arrepentimientos.

Xiao Yuan sonrió:

—Entonces has terminado.

El siguiente día quince del mes, Xiao Yuan haría pagar a Gu Louyin la cuenta principal y los intereses.

—Aún no —dijo Gu Louyin.

Xiao Yuan pensó: no depende de ti. Luego pensó en una cosa más y dijo: