El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]

Capítulo 86

El rostro de Xiao Yuan apareció gradualmente ante los ojos desenfocados de Gu Louyin. Al sentir el calor de la palma de Xiao Yuan, supo que estaba a salvo. Xiao Yuan quiso decir algo, pero su garganta estaba tan bloqueada que al final no pudo decir una palabra. Él era bueno haciendo comentarios sarcásticos, no consolando a la gente. Además, después de ver ese recuerdo, no creía que hubiera nada que pudiera consolar a Gu Louyin. Cualquier palabra sería pálida. Sintió que Gu Louyin no necesitaba que él dijera nada.

Gu Louyin lo tomó de la mano con una de sus palmas y le rodeó la cintura con el otro brazo. En un gesto de dependencia, se inclinó hacia él y lo abrazó. Al sentir su aura helada, Xiao Yuan extendió los brazos y rodeó a Gu Louyin, devolviéndole el abrazo con todas sus fuerzas.

Después de un largo rato, Gu Louyin tomó la iniciativa de poner fin al abrazo y dijo tranquilamente:

—Es hora de asearse.

Xiao Yuan preguntó ansioso:

—¿Te gustaría abrazarnos un rato más?

—Te abrazaré más tarde.

Xiao Yuan tuvo que admitir que la reacción de Gu Louyin fue mucho más tranquila de lo que esperó. Ya fueran las dos almas de Gu Hang, la muerte de Yuan Lu o la verdadera identidad de Lin Wulian, todo eso era increíble. En otras palabras, la mayoría de la gente no sería capaz de aceptarlo durante un tiempo.

—¿De verdad estás bien? —preguntó Xiao Yuan.

—Realmente bien —dijo Gu Louyin con calma.

Xiao Yuan observó a Gu Louyin caminar hacia adelante y lanzar un hechizo hipnótico sobre 'Gu Hang' mientras no estaba completamente despierto. No había nada inusual en su expresión ni en sus movimientos, como si 'Gu Hang' no fuera más que un extraño irrelevante.

—Vámonos —dijo Gu Louyin.

Xiao Yuan y Shen Qianyan estuvieron de acuerdo en que no era el momento para que la Secta Xuanle y la Secta Xingtian revelaran sus caras. Si la Secta Xuanle podía recuperar la confianza de Gu Hang, no les haría ningún daño. Ahora todos en el Pabellón Yunjian sabían que Gu Louyin estaba en manos de la Secta Xuanle. Querían salir sanos y salvos de la situación, pero no querían que el Pabellón Yunjian dudara de la Secta Xuanle, así que tuvieron que hacer algunos trucos.

Después de medianoche, Xu Chengfeng dormía a gusto cuando oyó un ruido. Abrió los ojos de golpe y de inmediato levantó su espada. Sólo vio que afuera había lío, y los discípulos de la Secta Xuanle iban y venían a toda prisa, con expresiones serias, como si se enfrentaran a un enemigo.

Cuando oyeron el movimiento, otros discípulos del Pabellón Yunjian también salieron uno tras otro para comprobar la situación.

—Xu shixiong, ¡¿qué ha pasado?!

Xu Chengfeng negó con la cabeza:

—Quién sabe lo que está haciendo la Secta Xuanle.

En ese momento alguien gritó:

—¡La Secta Xingtian está aquí para arrebatar al prisionero! Todos los que puedan, ¡Vayan a luchar contra el enemigo!

Las caras de los discípulos del Pabellón Yunjian cambiaron drásticamente cuando escucharon eso.

—¡Gu Louyin realmente se refugió en una secta demoníaca!

—Espera, ¿dónde está Gran shixiong, por qué no lo veo?

—No puede importarme demasiado —dijo Xu Chengfeng—. ¡Antes de que vengan los maestros, no debemos dejar que la gente de la secta demoníaca rescate a Gu Louyin!