El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]

Capítulo 88

El Solsticio de Invierno era el día más corto y la noche más larga del año. Pensando en lo que iba a enfrentar durante esa larga noche, Xiao Yuan no podía esperar a traer una olla de agua fría para verterla sobre la cabeza de Qingyan.

El hua despiadado que se necesitaba para preparar el antídoto del Acacia Gu y era extremadamente raro. Las plantas anteriores las había cambiado Gu Louyin por su espada natal en el Palacio Baihua. Después de buscar durante tanto tiempo, la Secta Xingtian no encontró más. Xiao Yuan contaba con tener el antídoto para unas cuantas lunas llenas más, lo cual era bueno, pero ahora fue quemado limpiamente por Qingyan. Ocurrió tan rápido que Xiao Yuan tardó mucho en recuperarse y mirar por la ventana. Estaba oscureciendo temprano en el Solsticio de Invierno y el banquete aún no había comenzado. El sol ya se había puesto y la luna llena se asomaba tras las nubes: no le quedaba mucho tiempo.

Xiao Yuan bajó la mano, miró sin comprender a la juguetona Qingyan y dijo:

—¿Sabes lo que has hecho?

Obviamente, Qingyan no lo sabía y bailó aún más feliz. Xiao Yuan sabía que no era el momento de enfadarse con el pequeño racimo de fuego. Sin el antídoto, para pasar la noche necesitaba encontrar un lugar donde no fuera descubierto por los demás, pero ¿a dónde podía ir ahora? ¿O debía quedarse en su habitación, cerrar puertas y ventanas y decir que no se encontraba bien y que no podía ir al banquete? Xiao Yuan se decidió y llamó:

—Que venga alguien.

—¡Ya voy, ya voy! —Fang Baichu entró—, ¿Cuál es la orden del joven señor?

Xiao Yuan frunció el ceño.

—¿Por qué eres tú?

—Oh, el banquete está a punto de empezar y el Señor me dijo que invitara al joven señor al banquete.

Xiao Yuan sintió una ola de calor, precursor del ataque del Acacia Gu. No pasaría mucho tiempo antes de que todo su cuerpo se ablandara, oliera extraño y delirara. Xiao Yuan hizo su larga historia corta:

—No me siento bien y no voy a ir.

—¿No se siente bien? —Fang Baichu preguntó con preocupación—: ¿Dónde se siente incómodo el joven señor, déjeme echar un vistazo?

Xiao Yuan dio un paso atrás y dijo con tranquilidad:

—No, está bien, voy a dormir un poco. Ve y entrega el mensaje, deja que Xiao Du comience el banquete, no hay necesidad de esperarme.

—Joven señor —Fang Baichu vaciló—, ¿sabe que se está comportando de forma muy sospechosa en este momento? Algo va mal, algo va bastante mal.

—Toma a Qingyan y ve al banquete —Xiao Yuan trató de ser indiferente.

—¡Sí!

Xiao Yuan observó cómo una persona y un fuego caminaban hacia la puerta, sintiendo todo el tiempo que algo andaba mal. De repente se quedó estupefacto y exclamó:

—¡Espera!

Xiao Yuan tenía un hombre, ¿por qué tenía que soportar la tortura del Acacia Gu? ¿Cree que Gu Louyin está muerto o piensa que no se le puede poner dura?

—¿Joven Señor?

El corazón de Xiao Yuan latía como un tambor y se sentó a la mesa.

—Si puedes enviar un mensaje a Gu Louyin por mí, sólo di... —Xiao Yuan tragó saliva—, sólo dile que quiero pedirle que me haga un pequeño favor.

—¿Qué pequeño favor, puedo ayudar al joven señor?

Xiao Yuan le envió una daga ocular y Fang Baichu inmediatamente se volvió obediente.