El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]

Capítulo 66

Fang Baichu tenía prisa por ver a Xiao Yuan, no se dio cuenta de que la otra parte se congeló en su lugar con el apuesto rostro abierto casi agrietándose.

—¡¿Qué has dicho?! —Mu Yingyang pareció sentir un fuego ardiendo en su pecho—. ¿Mi shixiong duerme con Gu Louyin?

—Sí, el joven señor y Gu Louyin son inseparables estos días, se puede decir que están unidos por las caderas. —Fang Baichu caminó unos pasos, se giró de lado y no vio a Mu Yingyang, luego miró hacia atrás, sobresaltado por la expresión del joven vestido de negro que tenía detrás. Como médico de confianza, Fang Baichu juzgó que Mu Yingyang tenía repentinas palpitaciones y se apresuró a decir—: ¡Maestro Mu, cálmese!

Mu Yingyang no podía calmarse. Apretó los dientes y preguntó:

—¡¿Dónde están durmiendo?!

Xiao Yuan, que aún dormía, notó un aura asesina y abrió los ojos de prisa. En cuanto levantó a Bihai Chaosheng junto a su almohada, la puerta de su habitación se abrió de golpe.

Mu Yingyang vio a 'Shen Fugui' sentado en la cama de su shixiong, con la ropa desordenada, y se añadió otra olla de aceite al fuego de su corazón. ¿No dijo Fang Baichu que era Gu Louyin? ¿Cómo podía explicarse este Shen Fugui? Sólo estuvo alejado de su shixiong durante un mes, ¿y su shixiong consiguió dos hombres más? Si llegaba unos días más tarde, ¡quizá ni siquiera podría ocupar el tercer puesto! Los ojos de Mu Yingyang eran oscuros y aterradores.

—Cómo te atreves a dormir en la cama de mi shixiong. Piérdete.

—¿Shidi? —Xiao Yuan dijo sorprendido—. ¿Por qué estás aquí?

Mu Yingyang se sorprendió y apenas reaccionó.

—¿Shixiong? ¿Eres shixiong?

—Sí —Xiao Yuan dejó a Bihai Chaosheng y bostezó—. ¿No te dijo Li Yanzhi que ahora estoy usando la cara de Shen Fugui?

Mu Yingyang se quedó sin habla un momento. Bueno, entendió mal lo de Shen Fugui, pero ¿qué pasa con Gu Louyin? Mu Yingyang miró alrededor de la habitación, abrió el armario y casi revisó debajo de la cama. Xiao Yuan se sentó inexpresivo en la cama, sosteniendo la colcha entre sus brazos y preguntó:

—¿Qué estás buscando?

—A Gu Louyin —Mu Yingyang dijo con voz reprimida—: ¿Dónde lo escondió shixiong?

—¿Gu Louyin? Está en la habitación de al lado, ¿tienes algo que hacer con él?

Sus celos se apagaron de golpe. Mu Yingyang se dio cuenta de algo y dijo amargamente:

—Fang- Bai- Chu.

Xiao Yuan apoyó la barbilla y lo miró:

—¿Por qué shidi está tan raro? ¿Eres mi verdadero shidi y no otra persona haciéndose pasar por él? Déjame preguntarte, cuando era niño, gasté mucho dinero para comprarte un cerdito de azúcar. ¿Qué le hiciste al final?

—Shixiong... —el tono de Mu Yingyang era de impotencia.

—¿Sí? Vamos, si no lo dices, tendré una razón para sospechar que eres un farsante.

Xiao Yuan no bromeaba del todo; como a menudo se hacía pasar por otra persona, era más sensible a eso que la gente corriente. Sin embargo, sabía que el joven que tenía delante era Mu Yingyang. En todo caso, estaba demasiado familiarizado con el temperamento de su estúpido shidi.

Mu Yingyang no tuvo más remedio responder:

—Pisoteé el cerdito de azúcar hasta hacerlo pedazos.