Capítulo 25

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Xiao Yuan conoció a este joven de azul cuando estaba en la Secta Xingtian. Un día, quién sabe si con intención o no, Meng Chi le dijo que se acercaba el cumpleaños de Xiao Du. Xiao Yuan pensó que sin importar si estaba dispuesto o no, siempre era atendido por Xiao Du. Lo había llamado "Gege" durante más de medio año y ahora que sabía del cumpleaños de Xiao Du, tenía que expresar algo. Por lo tanto, trabajó en la cocina durante todo un día, sin ningún uso de formaciones, él mismo cocinó una mesa llena de comida deliciosa para Xiao Du. Por la noche, Xiao Yuan ordenó a alguien que invitara a Xiao Du, sirvió dos vasos de vino y dijo con una sonrisa:

—Gege, te ofrezco una copa. Que tu cultivo mejore cada día y que tu aspecto sea más apuesto cada año.

Xiao Du levantó las comisuras de los labios y sonrió.

—Gracias, Ah Yu.

Aunque estaba sonriendo, no había ninguna sonrisa en sus ojos. Xiao Yuan sólo pensó que estaba descontento con los asuntos de la secta. No preguntó mucho. Le sirvió un tazón de sopa de manitas de cerdo y le dijo:

—Gege, prueba esto. Lo guisé durante dos horas, debe estar muy suave y tierno.

Xiao Du tomó un sorbo distraía y Xiao Yuan lo miró expectante.

—¿Qué tal está?

—Está delicioso.

Las comisuras de los labios de Xiao Yuan se agitaron.

—Si está delicioso, bebe más.

Xiao Du dejó el plato de sopa y finalmente lo soltó:

—Ah Yu, ¿de verdad no recuerdas nada de cuando eras niño?

Xiao Yuan negó con la cabeza.

—De verdad no me acuerdo.

—¿De verdad? —Xiao Du lo miró con atención—. Todos los miembros de la familia Xiao tenían una pieza de jade cálido en sus manos. ¿Tú lo perdiste?

—Gege, has preguntado varias veces. No tengo ningún jade —dijo Xiao Yuan con impotencia—. Cuando shizun me recogió, no tenía más que ropa sucia y rota.

—Es una pena —suspiró Xiao Du.

Su voz era tan baja y sensual como siempre, pero, por alguna razón desconocida, Xiao Yuan se sintió un poco incómodo.

—¿Gege? Estás...

—Déjalo entrar —ordenó Xiao Du.

Entonces entró un joven delgado, con el rostro asustado y tembloroso, y sus grandes ojos oscuros llenos de ansiedad y con aspecto entrañable.

—¿Escuché que me buscabas? —preguntó Xiao Du al joven.

El joven tragó saliva y sacó un colgante de jade de su manga.

—Yo, estoy aquí para encontrar a mi gege.

El corazón de Xiao Yuan perdió medio latido. Estuvo pensando en la llegada de ese día desde que Xiao Du le dio la bienvenida a la Secta Xingtian. Pero no esperó que ese día tardara tanto en llegar; tanto que casi había aceptado a Xiao Du como su hermano. Sería estupendo que hubiera llegado antes.

La memoria del joven era muy clara y tenía el emblema de la familia Xiao. Después de que Xiao Du terminara de escucharlo, miró a Xiao Yuan y dijo con una sonrisa:

—¿Tienes algo que decir?

—¿Puedo volver a mi shimen? —preguntó Xiao Yuan tranquilamente.

—No puedes —Xiao Du respondió lentamente—. Todavía eres útil.

El mundo entero es mi crematorio + Extras [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora