Astucia y afrodisíacos

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Estaba furiosa, triste, me sentía traicionada, pero el calor que sentía superaba todo eso, la zorra había jugado conmigo y sin importar cuáles hayan sido sus intenciones, el daño estaba hecho.

La tomé del cuello de su camisa y la miré furiosa, mi cuerpo caliente y todo excitado por su culpa, por haberme drogado de este modo. Lo odiaba, odiaba que mi cuerpo quisiera estar con ella, no había estado excitada asi por alguien antes y ella había hecho trampa. Sabía que a pesar de los afrodisíacos, a mi me atraía Lila, la deseaba, y quería que me hiciera suya, pero no iba a dejarla hacerlo en este estado.

- A-arregla esto, ya.

- Lamento haberte drogado, no podré arreglarlo... A menos que...

Sabía lo que sugería, y eso solo me hizo enojar mas, tomé la almohada de mi cama y le dí con ella en la cara.

- ¡Fuera de mi cuarto! ¡Fuera!- Mientras ella se alejaba, empecé a arrojarle mi almohada, cosas en mi mesita de noche, no quería tenerla cerca ahora mismo.

- Vamos a hablarlo cuando tu cuerpo se calme... Yo... ¡Ahg!- Un libro que habia en la mesita de noche le dió en la cabeza, ella se alejó y cerró la puerta.- ¡Perdón!

- ¡Es tarde para disculparse!... Ugh maldita sea, me drogó, con razón me sentí mejor tan deprisa... Entrar en confianza con ella así como así, dios...

Recogí las cosas que habia arrojado a Lila y las dejé sobre la mesita de noche, entonces me acosté frustrada, mis manos deslizándose suavemente hasta mi entrepierna. No era justo, mi cuerpo ardía y tenía que encargarme de ello.

No pude contenerme mucho más, comencé a acariciar mi vagina lentamente, mi otra mano pellizcando uno de mis pezones. Mis suaves gemidos comenzaron a llenar la habitación, y el solo oírme a mi misma disfrutar me excitaba más, comenzando a frotarme mas rápido y mientras trataba de sacarme a Lila de la cabeza.

- Maldita sea Lila, esto es tu culpa...- Dije entre gemidos mientras que empecé a introducir mis dedos en mi vagina. Cada segundo que pasaba mi cuerpo se ponia mas caliente y mi entrepierna más húmeda, no me había sentido asi en años y un par de lágrimas escaparon de mis ojos, sabiendo que mi primera experiencia sexual positiva había sido forzada por las drogas.

Continué metiendo mis dedos, gimiendo mas fuerte mientras que olí un poco la sábana donde se había sentado, el olor de su cuerpo se había pegado y me estaba volviendo loca. Comencé a ir más rápido, sentía como estaba a punto de llegar al clímax, elevando mi pelvis un poco mientras imaginaba que era ella quien me metía los dedos, quien invadía mi cuerpo y se apoderaba de él. Me sentía traicionada, pero al mismo tiempo la deseaba, deseaba que fuera ella.

No pude contenerme por mucho mas tiempo antes de comenzar a correrme, mis fluidos salpicando toda la cama y mi orgasmo siendo tan fuerte que me dejó agotada.

Poco a poco caí en la cama nuevamente, rindiendome ante el sueño y el cansancio, cayendo en el placentero y confuso sueño, imaginando que Lila estaba a mi lado, yo abrazando la almohada que arrojé a su rostro, no sabía si queria ahorcarla o abrazarla.

Me levanté unas horas después y estaba sola, una muda de ropa limpia junto a mi cama, y el sonido del agua en el baño corriendo. Me levanté a ver si seguía aquí, pero un bañera lista para mi con velas aromáticas encendidas era lo único que me esperaba. Suspiré y acepté este gesto de Lila, metiéndome a la bañera y relajándome.

Luego de unos cuarenta minutos me fuí de la bañera y me sequé, vistiéndome con la ropa que me dejo, unos pantalones largos rosados y una remera que hacía juego, cómodos como para ser pijama.

Decidí bajar hasta la planta baja, viendo que ya estaban preparando la cena. Ví a Kaz guardando el equipo de limpieza en el armario y me acerqué a él, parecía estar algo agotado.

- Buenas tardes Kaz, veo que ya terminaste tu turno.

- Marilin, querida, ¿Cómo estas? Mi turno terminó hace unos minutos si, ¿Dónde estuviste luego de nuestro turno?- Si estaba cansado, su actitud hacía que pareciera lo contrario, era enérgico, y su sonrisa era contagiosa.

- Estuve en recepción con Vix ayudándola con la guía de las chicas, ¿Sabes algo de Serena?

- Se recuperará, pero se tomará una semana de descanso, pobre chica... Pero increíble que trabajaras con Vix, suele ser bastante estricta. ¿Necesitas algo o solo viniste a saludar? Si es lo segundo no me molesta en lo absoluto, pero debo ir a cambiarme, ¿me acompañas?

Tragué un poco de saliva por la idea de verlo desnudo, pero asentí, era agradable y buena persona, además podría intentar averiguar algo de la Matriarca, o de su relación con Lila ya que vi como ella lo esperaba mas temprano.

Volvimos al cuarto piso y nos adentramos en su cuarto, era... Demasiado rosa para mi gusto, pero tenía su estilo. Alfombras Rosa, cubrecama morado y mucha lencería tirada por el piso.

- Bienvenida, por favor ponte comoda mientras me pongo ropa mas apropiada.- Kaz dijo y yo asentí, sentandome en la cama.

Se colocó detras de un biombo semitransparente decorado con flores, y en cuanto comenzó a desnudarse, pude ver la silueta de su cuerpo completamente desnudo a trasluz, incluso podía ver su miembro algo erecto, pero miré a otro lado algo sonrojada.

- Oye, si no molesta, ¿Cómo terminaste tranajando aquí?- Fuí directa con la pregunta, el misterio me mataba.

- Trabajaba para otro prostíbulo que cerró, la Matriarca era amiga de la dueña y muchos de los empleados se fueron, pero otros terminamos trabajando aquí. Fué curioso, por rumores, oí que la Matriarca en ese momento iba vestida de monja.

- ¿De monja, la lider de un antro?

- Será por fetiche, o un disfraz en público, no estoy seguro, pero en cuanto voy a limpiar a su cuarto, no me deja pasar del escritorio principal, nunca he visto su dormitorio o aposentos personales... No he visto a nadie ir mas allá del laboratorio de alquimia.

Él terminó de vestirse, usaba pantalones de vestir negros y una camisa blanca, y un perfume masculino algo fuerte, desentonaba con el resto sel cuarto.

- Entiendo, lo único que hay de ella siempre son rumores.- Dije algo frustrada pero él sonrió un poco.

- Oye, no esperes sacar mucho de estas preguntas, será mejor que insistas de momento, si quieres sacar la verdad, surgirá con el tiempo. Pero si sabes algo mas, mantenme al tanto, adoro el chisme.- Su respuesta fué algo positiva, y me ayudaba, pero ahora tenía otras preguntas.

- Gracias Kaz, averiguaré el resto yo. Tengo otra pregunta, dime... ¿Qué fue eso con Lila mas temprano? Ella te esperaba a tí.

- Oh eso, Lila es mi ex, nos llevamos bien.

- Espera... ¿Qué?

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora