Ese sonido, esa sensación, ella sentía placer y era gracias a mí, no sabía por qué pero me gustaba y quería darle más. Comencé a chupar su pezón izquierdo con un poco mas de fuerza, mis dedos pellizcando el otro, haciendo que Lila soltara más gemidos de placer.
Su placer se hacía mío, sus dulces gemidos me daban nuevamente ese calor indescriptible en mi entrepierna, no podía evitar sentir como me mojaba mientras ella mas ruido hacía, moviendo sus caderas que parecían rogar por atención. Me acerqué a su rostro para besarla profundamente mientras mis dedos acariciaban su vagina, ella gimiendo mas en el beso.
Me di cuenta de lo que estaba pasando y la vergüenza me invadió, pero no me detuvo, me separé del beso para verla a los ojos y me di cuenta de que ella estaba en éxtasis, mis dedos frotando su clítoris intensamente hicieron que volviera a gemir y con más fuerza, ella aferrándose a mis pechos mientras que yo seguía estimulando su entrepierna.
Me detuve un instante para observarla, su respiración agitada, sus ojos de deseo, su vagina toda mojada. Todo eso era mi culpa y me encantaba, me llevé los dedos a la boca para saborear sus fluidos y no pude evitar el empezar a tocarme yo misma.
- M-Mari, déjame hacer...- Sus manos que estaban en mis pechos comenzaron a bajar, pero yo llevé la mía nuevamente a su vagina y metí dos de mis dedos profundamente dentro de ella, arqueando su espalda mientras que yo empecé a embestir su vagina con mis dedos, me acerqué a su cuello algo tímida y comencé a besarlo.
- No... M-me gusta oírte así...
- Dame más Mari, ahh... ¡Mas!- Era todo lo que necesitaba para ir mas lejos, los besos en su cuello pasaron a ser mordidas, y podía sentir como su vagina se contraía, atrapando mis dedos mientras yo me seguía moviendo.
Quería darle mas, quería tenerla en este estado más tiempo, pero mi cuerpo no aguantaba, aún seguía débil y no me recuperaba del todo, mi corazón estaba demasiado agitado por tanta emoción, y parecía que iba a ceder pronto.
- No... No creo poder aguantar mucho mas...- Mi respiración se aceleraba y mi corazón no paraba de latir, mi cuerpo estaba por rendirse pero...
- Yo tampoco, creo que.... ¡Ahhh!- En ese instante su espalda se arqueó nuevamente, y pude sentir como se corría por todo mi brazo. Eso era todo lo que necesitaba, mi cuerpo recibió una pequeña descarga de adrenalina, con la que pude sacar los dedos de dentro de Lila, y subirme a ella para besarla profundamente, ella respondiendo entre gemidos.
- C-Creo que... Esto me gusta.- Dije muy agitada, y antes de poder oírla decir algo, me desmayé sobre ella.
Creo que no había tenido sueño mas placentero en mi vida, agotada luego de una hermosa experiencia, o al menos era hermosa hasta que caí en cuenta de lo que pasó.
¡Fue mi primera vez con Lila! Y la primera vez que tenía sexo consentido, y yo actué tan... Rara, dominante, esa no era, no era el como yo actuaba, pero se sintió tan natural actuar así... Definitivamente estaba confundida, tenía que hablar esto con Vix y el grupo en algún momento, claro, si Vix no estuviera ya aquí hablando con Lila.
- ¿Me estás diciendo que Mari se puso dominante contigo? ¿Esa Mari? Cuando yo entré parecía eso pero no podía ser cierto...
Abrí los ojos al escucharla y me sonrojé muchísimo, miré a Lila quien estaba maquillándose el cuello contra un espejo y a Vix que estaba sentada en la mesita del mueble maquillador.
- Sí, mira las marcas que me dejó, hacía bastante que una chica se ponía de ese modo conmigo, y no esperaba que Marilin fuera la persona que lo hiciera, me agarró desprevenida.- Lila decía mientras se terminaba de arreglar, me miró y sonrió un poco.- Vaya, buenos días Conejita, te desmayaste luego de tomarme por sorpresa de ese modo.
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La Madriguera de la Zorra
FantasiMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...