Hoy era el día en que le enseñaría magia por primera vez a Marilin, estaba emocionada de poder compartir esto con ella y también estaba curiosa por descubrir su inclinación mágica. Quizá estaba apresurando mucho sus clases, pero yo empecé a aprender cuando llegué a la adultez, y Mari no tuvo esa oportunidad... Tenía que terminar de criarla en lo que mas pudiera y convertirla en una adulta responsable, enseñarle de ética y moral, reparar el daño que le hicieron en esa horrorosa prisión.
Preparé mi oficina para la lección, abrí mi sala de alquimia para que pueda examinarla si quería y dejé el grimorio en la mesa a su disposición. Mandé a Vix a traer a Mari, honestamente estaba contenta de la amistad que forjaron, no pensé que Mari podría con el trabajo de recepcionista pero lo llevaba bien, aunque esperaba que no tuviera que lidiar con clientes problemáticos aún.
Lo último que hice en la oficina fué quitar la alfombra para empezar a dibujar un círculo en el piso con cera de vela sagrada para contener los hechizos que ella practicara y así no destruyera mi oficina por error, ya lo había hecho yo muchas veces y no quería darle mas trabajo a Kaz.
Marilin llegó a mi oficina junto a Vix, pero algo en su mirada no estaba bien, esperaba que Max y Laura no la hubieran afectado mucho con su clase.
- Matriarca, buenas tardes, traje a Marilin como pidió.- Vix dijo y se acercó a mi para susurrar en mi oído.- Ella vió a un guardia de Cor en las habitaciones de cuero, cliente de Max, anda algo confundida.
Miré de reojo a Marilin y pude verlo en su aura también, en su mente una pizca de duda, quizá de maldad, había sido sembrada por ello, como todas las personas que hemos sufrido a causa de otros, el deseo de venganza era latente.
Le asentí a Vix y le di permiso de retirarse, y ví que ella se dirigía a mi cuarto para descansar, era mi mano derecha después de todo, sabía mi verdadera identidad y tenía permiso de ir allí, pero actuaba perfectamente frente a otros, y estoy segura de que conoce más secretos en la casa que yo.
- Marilin, buenos dias. ¿Cómo te han tratado Max y Laura?- Dije mientras me acerqué a ella y me puse de rodillas para abrazarla.
Ella respondió el abrazo y beso mi mejilla, ella era cariñosa y amable, debía proteger eso.
- Bien Ari, ellos estan siendo buenos conmigo, aunque hoy me enseñaron de una manera mas visual, los ví atender clientes y aprendí bastante sobre dominación y atar gente.- Ella hablaba con cierta timidez sobre ello, es claro de que aún dudaba de su fuerza, y esperaba que con la clase de hoy ganara mas confianza.
- Me alegro mucho de oír eso Mari, deberías tratar de practicarlo con alguna de las chicas, ellas estaran mas que dispuestas en ayudar. Hoy vamos a aprender magia, el tipo dependerá de ti.
Me separé de ella y la dejé adentrarse en el círculo de cera.
- Jamás he sentido la magia siquiera como... Otros magos que he conocido, no se siquiera por donde empezar.
- Pero yo sé cómo, la magia fluye por todos nosotros, muchos pueden utilizarla naturalmente y otros necesitan un pequeño empujón. Depende el tipo, cada mago puede ver un flujo de magia particular, yo puedo ver el aura de la gente, puedo oler la magia activa en el aire ¿Alguna vez sentiste algo de eso?
Ella lo pensó por un momento, y luego asintió.
- Creo que pude oler la magia en el aire, se que la casa está llena de perfumes mágicos, pero cuando estuve cerca de los portales podía sentir el olor a magia también, aquí particularmente huele a rosas y jazmín.
- Bien, eso es bueno, tienes una leve percepción de la presencia mágica. ¿Qué tipo de magia te llama mas la atención?
- Yo... Creo que la capacidad de crear ilusiones ópticas y sensoriales es interesante ¿Es posible?
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...