La Madriguera de la Zorra

Compras poco convencionales

Mari y Lila se encontraban viendo cosas alrededor de la tienda, tenían dinero asi que podrán comprar lo que quieran, solo espero no hicieran nada raro, Vix estaba viendo algunas cositas también, pero permanecía a mi lado y tomándome de la mano. Yo en cambio, estaba esperando a que el cliente con el que trataba el Fabricante ahora mismo se fuera para que me pudiera atender, necesitaba varios objetos mágicos para el viaje y solo confiaba de primera mano en los de él, ha sido mi proveedor hace unos años y nunca me había fallado.

- Mami, una pregunta ¿Sabes cómo el Fabricante consiguió este mapa de guerra? Estaba en mi cuarto de niña, era de mi familia.- Se acercó Mari a preguntarme, viendo que no hubiera nadie mas cerca, entonces me arrodillé así podía susurrarle.

- Él estuvo en la subasta de las cosas del reino cuando todo se vino abajo, probablemente encuentres muchas cosas tuyas y de tus padres. Trata de no levantar sospechas, y si compras algo, ponlo junto a mis cosas y luego me das el dinero.

- Si mamá, ¿Qué mas puedes contarme de este sujeto?

- Que trata con altos mandos del imperio, no diría nada, pero por algo el cambio de imagen, puede que algún cliente que entre sea parte del imperio, y no queríamos privarte el derecho de salir pero tampoco que te reconocieran.- Acaricié el cabello de mi niña suavemente mientras decía esto, estaba preocupada, pero tampoco podía encerrarla en la mansión para protegerla, ella tenia una gran vida por delante y no quería ser otra carcelera en su vida.

Me puse de pié nuevamente mientras veía al fondo del mostrador del Fabricante, y una cortina se abrió al fondo, pude ver a la consejera de cultura saliendo de allí, una mujer siempre elegante, fría y calculadora, me pregunto que hacía en este lugar, ella se acercó a mi y sonrió un poco mientras que se apoyaba contra el mostrador.

- Matriarca, que sorpresa encontrarla aquí, justo cuando el día no podía ponerse menos interesante. Iba a ir a la Madriguera en unos minutos, pero ya que estás aquí, me parece que no será necesario.

- Xarina ¿Vas a ir a aplicar alguna otra ley regulatoria o tienes algo de verdad importante que hacer?

- Lo segundo, Matriarca, mas bien algo importante que decirte y que estoy segura de que, como una ciudadana fiel al imperio, vas a colaborar con todo lo necesario. Verás, el imperio está desesperadamente buscando a un prisionero, la ex princesa Marilin de Cor.

- La princesa... ¿No murió? Pensé que la habían ejecutado junto al resto de su familia.- Hice mi mejor expresión de sorpresa posible, lo que no me sorprendía era que la buscaran, tarde o temprano se iban a desesperar por no encontrar a su fugitiva.

- Bueno, el Emperador la mantuvo prisionera, pero el punto es que escapó, y hay una recompensa de cien mil medallas por su captura viva.

- Wow, esa es una gran recompensa.

- Así es, así que le estoy informando a los líderes de las importantes organizaciones culturales de la ciudad así pueden mantenerme informada y manejar esta información con discreción, no queremos que esto se salga de las manos ¿Verdad?- Ella simplemente sonreía mientras me miraba, poco después El Fabricante salió de atrás de su oficina, y Xarina emprendió su retirada.- En fin, se que tú no dejarías pasar algo así, nos estaremos viendo Matriarca.

Una vez que ella se retiró totalmente del lugar, yo voltee a hablar con el dueño de la tienda, quería terminar mis compras y largarme.

- Matriarca, es un gusto verla, ahora si podré atenderla.

- Fabricante, buenos días, ¿Puedo saber que quería esa perra?

- Informarme lo mismo que a tí, el resto de la información es confidencial entre cliente y vendedor, y sabes que nunca rompo esa regla.- Suspiré un poco al escuchar eso, pero sabía que el nunca revelaría nada ni mío ni de ella.