Trabajando juntas

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Paz y yo estabamos viendo como la clienta era portalizada aquí, una chica linda de cabello largo, liso y castaño, delgada y vistiendo una falda azul oscuro y una camisa blanca se encontraba frente a nosotras ahora. Definitivamente era nuestra clienta. Paz estaba a mi lado, he hizo una pequeña reverencia ante ella, supongo que era parte del modo de operar en su antiguo lugar de trabajo.

- Bienvenida, será un placer atenderla hoy en día.

- Si es un gusto Guisel, por favor empecemos con los detalles mas importantes así podemos garantizar su satisfación.- Decidí seguir con la formalidad de Paz, ella era muy seria al respecto ¿Será que la sociedad allá es tan respetuosa? Hace sentir que nosotros somos algo deshinibidos.

- Bueno, estoy segura de que Vix les pasó mis datos, dijo que ustedes dos eran las mejores y se ven bastante profesionales así que... ¿Empezamos?

Paz asintió y acompañamos a la chica a la cama en la habitación, Paz entonces empezó a atarla rápidamente, los nudos eran mas complicados de lo que ha ia imaginado, al cabo de poco tiempo, su cuerpo estaba atado en su totalidad, ella aún vestida, la soga apretando sus pechos con fuerza, ajustando en su torso y vientre, bajaba hasta su entrepierna y entre sus nalgas, tenía las manos atadas a la espalda y a los talones, la chica apenas y podía moverse... Paz era bastante buena en lo que hacía.

Me acerqué a la chica y le quité la falda, usándola como trapo para taparle la boca antes de golpear su vagina con mi palma abierta, no fue tan fuerte, pero lo suficiente oara que ella soltara un gemido. Movi la cabeza de Guisel lo suficiente como para que pudiera ver que Lila nos observaba. Separé los labios de su vagina, exponiéndola ante Paz, mientras que ella ajustaba mas las cuerdas en general, haciéndola gemir levemente al ser apretada mas por estas.

- Eres una perra sucia ¿Verdad? Te encanta ser observada así, desnuda, expuesta, siendo utilizada...- Dije mientras mordía su oreja suavemente y veía a Paz acercándose a su rostro, levantándose el vestido y sacando su pene para frotarlo contra sus labios suavemente.- ¿Lo quieres? ¿Quieres saborearnos?

Nuestra víctima asentía desesperada mientras que yo mordí su cuello algo fuerte, agarré la cuerda que pasaba por su entrepierna y empecé a tironear un poco, causando que rozara contra su vagina, ella gemía contra la mordaza mientras intentaba quitarsela probablemente para chupar el pene de Paz, en cuando vi como el trapo se estaba aflojando, le di un golpecito con la palma abierta a su entrepierna y la solté.

- Nadie dijo que podías quitarte eso, pero si insistes...- Dije mientras tomé una fusta de la repisa junto a la cama, con ella golpee uno de sus pechos y luego quité la mordaza.- Vamos, quiero oirte rogar.

- Por favor amas... Cojanme fuerte, quiero no poder caminar hasta mañana...

- ¿Y como piensas irte luego?- Dije y sonreí algo maliciosa antes de golpear sus pechos nuevamente con la fusta.- Paz ¿Tu crees que merezca que la cojamos de tal manera?

- Hmmm creo que si, pero no con mi pene, no creo que lo merezca, no aún.- Paz dijo y sonreía un poquito mas maliciosa mientras se seguía masturbando en la cara de la chica, entonces fué cuando agarré uno de los consoladores que había en la estantería, se lo dí a Paz y ella hizo la cuerda de la entrepierna de la chica a un lado para penetrat su vagina con el juguete fuertemente.

- ¡A-Ahh! ¡Si! Mas fuerte...- Gritaba nuestra clienta mientras Paz movia el juguete rápidamente dentro de ella, y yo ajustaba un poco la soga alrededor de su cuello, parecía disfrutar de la sensación de ser ahorcada mientras la cogían.

- Hmmm ¿Así de fuerte está bien?

- A-Agh... Mas... Ahórcame mas fuerte mamita...- Claramente esta chica era intensa, respetaba eso, apreté un poco mas antes de que ella gimiera con as fuerza, pues Paz no solamente estaba penetrando su vagina con el consolador, si no que al mismo tiempo insertó su pene en ella y empezó a embestir rápidamente.

Nuestra clienta lagrimeaba, su maquillaje se estaba arruinando, pero lo disfrutaba, gemía como loca mientras Paz la cogía brutalmente y yo la seguía estimulando. Aflojé un poco el agarre a su cuello y me acerqué para besarlo y chuparlo con fuerza, quería asegurarme de dejar chupones. Miré a Lila por un segundo y pude ver como ella se estaba masturbando un poco con la vista, el show le estaba encantando.

Paz estaba moviéndose sin parar en lo absoluto, no aminoraba el paso y parecía que estaba por correrse. Pude ver que traía un condón puesto, ella no acabaría dentro de la clienta.

- Tienes prohibido correrte hasta que yo lo ordene, no importa que tan fuerte ella te coja...- Le dije mientras apretaba sus pechos con fuerza y miraba a mi compañera. Nuestra víctima estaba que no aguantaba mas, nuestra espectadora tampoco se esforzó en aguantarse, la oía gemir y correrse sentada en el sillón del lugar.

- P-Por favor, ya no aguanto más... Ah...

- Que patética, no puedes ni obedecer una simple orden por cinco minutos. Está bien, correte putita, correte para tus amas...- En el momento que terminé de decir eso, ella se corrió con fuerza sobre Paz, mientras que Paz iba lo mas profundo posible y comenzó a correrse, ambos gimiendo muy ruidosamente mientras que yo disfrutaba de ver a mi cliente satisfecha y a mi compañera disfrutando el momento.

Paz sacó su miembro de la vagina de la clienta, y yo tomé el condón lleno de su semen para acercarlo a la boca de la chica.

- Te has portado bien Guis, aquí está tu premio.- Dije mientras vacié el contenido del preservativo en ls boca de la exhausta clienta, ella sacando la lengua y atrapando todo. Luego de que ella tragara, Paz se encargó de desatarla y buscó una poción energética, cosa de que la clienta pudiera caminar por su cuenta hasta su casa.

Una vez nos dió el dinero y la portalizamos fuera de la habitación, Paz y yo nos quedamod limpiando un poco mientras que Lila se acercó a nosotras.

- Wow, ambas hacen un lindo equipo.

- Gracias amor, quizá algún día puedas ser nuestro juguete aquí.- Dije mientras me acerqué a besarla, ella respondió el beso profundamente.

- Me encantaría, me encanta cuando te pones asi ruda, te ves muy llena de confianza, me encanta.

- Bueno... Vix lo dijo mas temprano, este trabajo hace salir partes de nosotras que no conocemos o que solo desarrollamos de este modo.- Ya la confianza se me había pasado, me estaba dando penita el recordar como me puse.

- Tu también estuviste genial Paz, bien hecho.

- G-Gracias Lila, espero disfrutaras el show.

- Y si que lo hice, tendré que limpiar yo el sillón luego de su show.- Ella claramente había disfrutado esto, y me alegraba que así fuera, tenía miedo de que quiza sintiera celos o algo por el estilo.

- ¿Qué piensan hacer ahora chicas, están libres esta noche?

- Claro Mari, ¿Qué tienes en mente?

- Bueno Lila, le prometí a Annie que la ayudaría a "embrujar" su taller así las de limpieza dejaban de ocultar sus herramientas, se lo debo después de que nuestra salida de ayer fuera un fracaso. He oído de las chicas que eres bastante bromista, entonces pensé que querrías acompañarme.

- Me encantaría, esto será genial. ¿Tu vienes Paz?- Ambas la miramos pero ella negó con la cabeza.

- Está bien, vayan sin mí, yo trabajaré un poco mas por mi cuenta, esta bueno tener clientes juntas pero también quiero ver que tanto puedo hacer sola.

- Entiendo, diviértete trabajando.- Dijo Lila y saludé a Paz con un beso en la mejilla antes de empezar a caminar hacia mi cuarto con Lila.

- ¿Nos damos una ducha antes de ir? Quiero relajar un poco mi cuerpo antes de ponernos a trabajar en ese taller.

- Me parece buena idea, además quiero pasar un ratito contigo. ¿Cómo te fué ayer en la salida con Annie? ¿Hubo suerte en londe Zoe con lo de la religión?

Recordé lo que dijo Zoe en ese momento, no debía decirle a nadie, ni siquiera a Lila, o ella se enteraría, y necesitaba su ayuda.

- No, no hubo suerte, trataré de estudiar mas de la religión por mi cuenta, no te preocupes ¿Si? Probablemente no tenga respuestas de todos modos.

- Entiendo... Esta bien, vamos, luego de la ducha, tomemos un poco de té y nos pondremos de bromistas, será divertido.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora