Bondage y Disciplina

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Al día siguiente, luego de mi intensa tarde con Lila, me preparé para trabajar con Vix, habíamos acordado en la cena vestirnos en un estilo que ella solía usar, botas de tacón ancho negras, pantalones de cuero negro ajustados y un top del mismo material con mangas largas, dejando al descubierto mi abdomen.

Llegué a la recepción y Vix me estaba esperando junto a Max y Laura, ambos vestidos igual que yo, pero Vix estaba vestida con un traje elegante negro con camisa negra y con corbata y pantalón de vestir.

- ¿Vix? Pensé que vestiriamos igual.- Consulté y luego me dirigí a mis maestros del oficio.- Buenos días Max, Laura ¿Qué hacen aquí tan temprano?

- Bueno, Vix pensó y nosotros estamos de acuerdo, en que la mejor manera de que aprendas que significa ser una maestra, una dominatrix, es viendolo por ti misma, hoy vas a venir con nosotros a ver como trabajamos.- Max dijo mientras que Vix asintió.

- Así es, debes aprender, y el mejor maestro es la experiencia y la vista... Y Max, mas es buen maestro también. Adelante Mari, tienes el día libre, vienes haciendo un buen trabajo.

Suspiré y asentí, ayer ya había sido movido, no podía imaginar que tanto iba a serlo hoy, pero estaba lista para lo que sea.

Subí con Laura y Max a sus salas designadas, primero entró Laura a la sala mientras Max y yo íbamos a una oficina por la que podiamos ver todo lo que pasaba a través de un cristal, un espejo falso, solo se podía ver desde la oficina hasta la sala.

- ¿No estamos violando la privacidad de las personas viendo desde aquí?

- Es un prostibulo, saben que su privacidad es para la gente de fuera, pero entre nosotros da igual, son nuestras reglas. Ahi viene un cliente, a este en particular le gusta la restricción sensorial y ser dominado, presta atención.- Max se apoyó contra la pared mientras yo tomé asiento en una silla frente a al espejo falso.

- Buenos días señor ¿Cómo ha estado la decena?- Laura empezó a hablar con el hombre como si fuera una conversación amigable, mínimo estaba intrigada sobre a donde iba esto.

- Laura, querida, el trabajo ha sido algo duro últimamente, tus cuidados serían de mucha ayuda hoy.

- ¿Lo hacemos como siempre?

- Si, restricción total, solo estimulación, nada de penetración para mi o para ti, la palabra de seguridad es...

- Canela, como todas nuestras sesiones. Muy bien cariño, vamos a jugar.

Ella tomó al hombre del cuello y lo recostó en una cama, comenzó a atarlo a esta con cuerdas haciendo unsa serie de nudos bastante complejos, le cubrió los ojos con una venda y se susurró algo que no alcancé a escuchar.

Laura recorría su cuerpo, lentamente desnudandolo, besando su cuello y pecho. El hombre estaba totalmente desnudo y veía como su miembro se ponía duro, pero ella casi no lo tocaba, en cambio ella agarró algo de un bowl que no alcancé a ver, y cuando lo apoyó en el pecho del hombre este comenzó a gemir y a temblar como si tuviera frío.

- ¿Qué le está diciendo?.- Pregunté curiosa mientras la veía susurrar cosas a su oido.

- Probablemente lo esté tentando, hablando bonito, mientras juega con el hielo, muchas personas no quieren tener sexo, buscan sentir algo mas intenso, buscan sensaciones.

Mientras, ví que ella encendió una vela y empezó a tirar la cera caliente sobre su cuerpo, los gemidos del hombre se hacían mas intensos y ella seguía jugando con él.

- ¿Él disfruta ser torturado?

- Sexualmente, jugar con el frío y el calor, nada de esto esta pensado para lastimarlo, y si bien algunas personas disfrutan ser lastimadas como juego sexual, son muy pocos casos y depende mucho de la psicología del cliente, de que necesita sentir. Tu quieres recuperar el control de tu vida, tienes miedo a que te vuelvan a arrebatar la libertad ¿Pero como piensas ser Zorra? No te tienes que paralizar ni sentir miedo, es un trabajo arriesgado donde las chicas se ponen en riesgo su cuerpo e integridad.

- Justamente por eso quiero ser zorra, ellas son fuertes exponiéndose, son fuertes poniéndose a merced del otro, es claro que ellas estan en control de la situación, quiero saber como hacerlo, pero tampoco quiero dejar que cualquiera coja conmigo.- Dije mientras veía como el hombre que Laura estaba atendiendo ya estaba terminando, pasaron unos veinte minutos, y una vez hecho ella lo desató y dejó que se vistiera, lo portalizó fuera del lugar.

- Entiendo tu punto... Este tipo de servicio entonces sera el perfecto para ti, pero para aprender a dominar, tienes que aprender a ser dominada y disfrutarlo, tienes que aprender el punto de vista del que recibe... No es obligatorio, pero te enseñará mejor a hacer el trabajo.

- ¿Dices... Que para ganar el control, debo perderlo?

- Al contrario, tienes que ganar el control sobre lo que sientes, y el saber que puede sentir el otro. Recuerda que esto es totalmente consentido y con quien lo hagas sabrá tus limites y condiciones, para eso está la palabra segura, para que el otro sepa cuando detenerse.

- No se si entiendo del todo, pero estoy dispuesta a intentarlo... ¿Puedo elegir quién me va a...?

- Vix se ofreció a ayudarte, si, también podemos ayudarte Laura y yo si lo deseas. En cualquier caso, en minutos tengo un cliente, quizá quieras verme, este en particular le gusta ser dominado de una manera mas ruda, ya lo verás.

- Está bien, debo admitir que es interesante, quisiera verlo con mis propios ojos.

Laura entró a la oficina mientras se terminaba de limpiar el semen del hombre de los brazos con una toalla, luego de eso besó a Max y lo abrazó.

- Uff, siempre disfruto de trabajar con ese tipo de clientes, sencillos, juego de frío calor, nada de sangre por accidente o moretones por golpes.

- Y a mi me encanta verte jugar con tus clientes de esa manera e imaginarme lo que podrías hacerme a mí, de solo hacerlo se me pone la piel de gallina.- Contestó Max, pero yo solo tenía una cosa en mi cabeza.

- ¿Sangre? ¿H-Hay gente a la que le gusta sangrar y a ustedes no les molesta?

- Oh, no te pongas nerviosa, como te dije es consensuado, ademas son cositas superficiales.- Luego de que Max me dijera eso me acordé que la primera vez que lo ví, estaba lleno de cicatrices de corte en el pecho y abdomen, no podía imaginar que era esa clase de persona.- Ya me toca trabajar, Laura, por favor que se quede a ver a que me refiero, este cliente la va a alterar un poco, así que necesito que la calmes si eso pasa.

- ¿A que se refiere?

Max dejó la habitación y empezó a limpiar el cuarto para recibir a su cliente. Laura me puso la mano en el hombro y sonrió.

- Marilin ¿Qué tipo de gente crees que viene especificamente a ser dominada?

- No lo sé, supongo que hay todo tipo de gente con todo tipo de gustos.

- Pues... Si, dejame reformular. ¿Qué tipo de gente crees que pagaría las tarifas que maneja la madriguera, para ser dominada?

Mientras estaba pensando, vi como adentro de la sala un hombre apareció por uno de los portales, llevaba el símbolo del Imperio y parecía ser alguien de rango. Mi corazón se comenzó a hacelerar pero el agarre de Laura en mi hombro se hizo un poco mas firme.

- ¿Qué está pasando? ¿Qué hace un soldado de Cor aquí? T-tengo que huir, me van a encontrar y...

- Marilin, calmate, a esto me refería con la pregunta... La gente que busca ser dominada y no busca algo romantico en la relacion dominante-sumiso, muchas veces es gente que es insegura, que no es buena siendo dominante y que siempre está abajo de otros, pero otras veces es la que está en posiciones de poder y tiene dinero, que vive teniendo autoridad, pero anhela que alguien le enseñe su lugar.

Pude ver como el hombre fué abofeteado por Max y puesto de rodillas, él agarrando el cabello del hombre y obligandolo a oler su entrepierna mientras que le daba ordenes, atándo de manos y con un trapo en la boca para que no hablara.

- Yo... ¿Puedo tener esa clase de fuerza?

- Puedes, pero no puedes abusar de la misma, por eso te enseñaremos a ser sumisa primero, fuerza sin empatía solo resulta en problemas.

- Está bien, lo haré a su modo.- Y si bien ahora entendía por que Max quería enseñarme a ser sumisa primero, me di cuenta de la oportunidad que se presentaba ante mis ojos.

Podría vengarme de la gente que me hizo daño.

La Madriguera de la ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora