La Madriguera de la Zorra

Investigación privada

- Entonces, llamaste al líder de los asesinos a la Madriguera de vuelta... ¿Por qué?

- Si bien sé que Molly es hija del mejor detective de la ciudad, Ángel tiene algo que ella no, y es la capacidad de hablar con los muertos. Los asesinos muchas veces buscan información, no importa si su presa está viva o ya está muerta. Un hechizo que le robaron al alto circulo de los Hijos de la Luz, es la habilidad de consultar al muerto... Las preguntas que pueden hacer son muy limitadas, y solo se puede hacer el hechizo en los primeros días luego de la muerte, así que son expertos en conseguir información de un cuerpo.

- Entiendo Ari, espero que puedan encontrar al asesino de esa manera...- Trague algo de saliva mientras miraba a Ari, ella  se veía imponente, pero preocupada.- Se que yo apoyé a Mari para que bebiera la poción, pero en tu mirada noto que estas preocupada... ¿Te arrepientes de habérsela dado?

- Si... Pero al mismo tiempo lo hago para protegerla, y protegernos, si llega a su limite por defenderse, podemos morir todos. A mi parecer, siento que estoy haciendo lo correcto, incluso si es arriesgado.- Sentía duda en su voz, pero también quería darme seguridad, o quería dársela a si misma.

Caminamos hasta el lobby, donde podía escuchar a una de las Zorras discutiendo con alguien.

- ¿¡Por qué no volviste a hablarme después de esa noche!? ¿¡Es que te dejé el culo tan roto que te dio vergüenza...!?

Ari y yo nos miramos por unos segundos y suspiramos en frustración, este día no podía ir peor.

Llegamos al lobby, y vimos como Damián, quien usaba pantalones azules y camisa púrpura de entrecasa, nada formal, intentaba golpear a Ángel, vestido de traje negro abierto y zapatos de cuero, mientras que este detenía a Damián con su mano en su frente, impidiendo que los golpes llegaran a su cara.

- Porque tengo trabajo, soy el líder de un gremio, y tu vives lejos, como algunos países lejos... Pero jamás me olvidaría de ti, Damián.- La voz de Ángel era profunda, y pasó de alejar a Damián a sostener su mentón suavemente y acercarlo a su él, Damián un poco más y se derretía en el lugar.

Ari se acercó a él aclaró su garganta, sonriendo un poco y ocultando sus nervios.

- ¿Sabes? Las Zorras tienen su precio por hora en el catálogo, pero parece que te quieres llevar gratis a esta.

- Bueno, que puedo decir, me gusta su actitud y es bastante bonito, y parece que quiere ofrecer su compañía gratuita por si mismo... Qué puedo decir, soy un lobo irresistible, rawrrr.- Ángel dejo ir a Damián y suspiró.- Lamentablemente no vengo aquí por placer, dijiste que tenías un muerto, hay que apurarnos antes de que se le escape la esencia mágica.

- El cuerpo está en la enfermería, acompáñame Damián, tu no puedes venir, pero si quieres, luego les doy espacio para charlar.- Ari dijo y Damián asintió, se lo veía demasiado emocionado al respecto.- Iré a buscar a Darieth para que nos abra la enfermería, te caerá bien.

La Matriarca se fue a la habitación de Mari a buscar a la enfermera, mientras que yo guiaba a Ángel hasta la enfermería, si no supiera que es un asesino, diría que es una persona agradable, un tanto egocéntrica, huele a que tiene perros además de ser mitad lobo... Me lo cogería sin dudarlo si no fuera asesino.

Llegamos a la enfermería, y Darieth llegó con Ari, abriendo la puerta y guiándonos hacia el cuerpo.

- Gracias por acompañarnos y por tus servicios. Se que viniste de muy lejos y muy rápido, me alegra que mis portales nodo fueran útiles para acortar el tiempo de viaje.

- Por supuesto Matriarca, y se que mis servicios son necesarios para... Oh diosas, que asco, el que le cortó la cabeza hizo un trabajo de mierda, el corte lo hizo un novato, probablemente con una sierra para madera.- Las observaciones de Ángel eran insensibles, normal para alguien que trabajaba de matar personas.