- Yo... Si quiero.- No lo pensé demasiado, pero tampoco lo necesitaba. El documento tenía el sello real, la letra era la de mi padre o al menos como la recordaba, y decía que mamá conocía la verdadera identidad de la Matriarca. Tenía las suficientes razones para confiar en ella, además de que me acogió y me trató como a una de las suyas desde un principio. Le debía mucho a ella y a las chicas, y aunque no la conociera tanto algo me decía que estaba bien que dejara que me adoptase.
Ella se acercó a abrazarme con lágrimas en los ojos, y yo le respondí el abrazo, estaba fría por el agua que nos echamos hace un rato, pero era el abrazo más cálido que había recibido en mucho tiempo.
- Marilin gracias por esta oportunidad, te prometo ser una buena madre y una buena jefa... Gracias por todo.
- No me dirás quién eres aún ¿No?- Dije mientras seguía abrazándola, causando que ella riera un poco entre su llanto.
- Oye, el juego sigue siendo divertido, y te quedan cosas por descubrir, pero es todo del pasado, en lo que respecta al presente te prometo que seré totalmente abierta.- Por supuesto, no me lo pondría nada sencillo, pero aceptaba sus reglas.
- Está bien, creo que si es adecuado festejar ahora.- Me separé del abrazo y tomé una de las copas de champaña, ella hizo lo mismo mientras yo realizaba el brindis.- Por... Las nuevas oportunidades.
Ella chocó copas conmigo y ambas bebimos, yo pegándole un nuevo vistazo al mapa y luego a la Matriarca nuevamente.
- ¿Qué va a cambiar ahora que soy su... Hija? Me va a costar acostumbrarme a la idea.
- Bueno, primero que nada te haremos un horario, tendrás nuevas actividades además de trabajar, tengo que darte clases y también tenemos que organizar un tiempo para pasar como madre e hija y...
- Hey espera, dijiste clases ¿Qué vas a enseñarme específicamente?- La detuve por un segundo antes de que siguiera divagando. Era lindo verla así, parecía incluso mas feliz, quizá ella quería ser madre o algo parecido antes de volver a encontrarme.
- Oh si, voy a enseñarte historia del mundo, política actual, magia, y quizá uno que otro trabajo de oficio, vamos a organizar bien tu calendario. Tengo que educarte ahora como Zorra y como madre, uhm... Eso va a ser interesante cuanto menos.- Ella estaba totalmente sonrojada y pensativa, parecía que lo quería tomar en serio.
- ¿De verdad aún quieres que sea Zorra? No pensé que permitirías a tu hijastra serlo.
- Claro que sí, la Madriguera es mi familia, y no hay nada de malo en que seas también parte de ella. Además, dijiste que no quieres tener sexo con los clientes, y tengo un par de ideas que pueden servir para eso, hay zorras que hacen ese tipo de servicios ¿Conoces el BDSM?
- No, no tengo idea de qué es...
- Bondage, Disciplina, Sadismo y Masoquismo. En corto, muchas personas disfrutan el juego del poder, el dolor, el poder inflingirlo y recibirlo, y siempre es consentido. Se establecen limites tanto del que domina como el dominado, para muchos incluso es un estilo de vida. Tu eras una princesa, tu vida entera antes estaba destinada a reinar esta nación, a dominarla, creo que este estilo será perfecto para tí.
Sonaba raro, tentador y al mismo tiempo alarmante. ¿Había gente que disfrutaba el sentir dolor? Quizá había algo más en ello, quizá había algo que no entendía, pero sabía que debía intentar entenderlo y aprenderlo, Ariadna confiaba en que sería el tipo de estilo que me ayudaría a trabajar como zorra, así que debía darle una oportunidad.
- Pero... Yo no sé dominar, casi toda mi vida la pasé en prisión.- Ese era el verdadero problema, quizá fuí algo dominante con Lila el otro día, pero estoy casi segura que fué porque ella me dejó, no sabía imponerme y no sabía si podría hacerlo.
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La Madriguera de la Zorra
FantasyMarilin es la princesa de Cor, el reino mas grande de Spes, o al menos lo era. El reino ha sido derrocado por una orden secreta y destruyeron cualquier vestigio del anterior linaje. Encerrada bajo el calabozo del castillo, cuenta sus días hasta su m...